
El Banco Central Europeo (BCE) ha organizado esta tarde una gala en Frankfurt para despedir al que ha sido su presidente durante los últimos ocho años, Jean-Claude Trichet. El acto no sólo ha servido para hacer balance de su gestión al frente de la autoridad monetaria. También se ha convertido en una excusa para que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, se reúnan y limen diferencias ante la "decisiva" cumbre europea del próximo domingo. Barroso espera que se refuerce el fondo de rescate.
Ambos intentarán avanzar en las conversaciones sobre la crisis en la Eurozona, que, según ha reconocido, están estancadas debido a las discrepancias sobre si el Banco Central Europeo (BCE) debe apoyar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
A la cita asistirán el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, su sucesor Mario Draghi, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso y la directora del FMI, Christine Lagarde. Todos ellos se encuentran en la ciudad alemana para asistir a la ceremonia de despedida de Trichet, cuyo mandato al frente del BCE concluye a finales de mes.
Trichet se ha convertido desde 2008 en uno de los principales actores políticos en la lucha europea por escapar, primero, de la crisis y paliar, después, sus devastadores efectos en la economía del Viejo Continente.
Trichet, Rehn, Lagarde, Merkel y Barroso. Foto: Reuters
Muchos analistas han valorado su independencia frente a los intereses nacionales, probada a lo largo de su mandato, y su decisiva acción para controlar la inflación y asegurar la estabilidad de precios en la zona del euro, principal función del BCE.
No obstante, muchos critican sus últimas decisiones al frente de la autoridad monetaria, ya sea por la heterodoxia de ciertas medidas -especialmente la compra de bonos soberanos- o, en el extremo contrario, por la tibieza y tardanza de estas decisiones, que no han sido suficientes para atajar la crisis.
No será la cumbre definitiva
Durante su intervención en el acto de despedida de Trichet, la canciller ha reiterado que la cumbre de líderes de la Eurozona del próximo domingo será un encuentro importante pero no el definitivo, ya que la batalla contra la crisis de las finanzas públicas y privadas de la eurozona, dijo, será un "largo camino" plagado de medidas.
"Si se rompe el euro, se rompe Europa", ha afirmado la canciller alemana, Angela Merkel, quien ha calificado a Trichet de "europeo convencido".
Por su parte, Trichet ha hecho especial hincapié en la necesidad de mejorar la gobernanza europea, como instrumento esencial para evitar que se repitan situaciones como la actual. "La primera lección de la crisis es que debemos reforzar el gobierno a nivel europeo", ha indicado.
A su juicio, es necesaria la creación de una figura dentro de la UE que supervise a los países en materia fiscal y económica, que tenga poderes ejecutivos en cuestiones financieras y que pueda representar a la UE ante las instituciones multilaterales.
Trichet ha apremiado a los líderes europeos a dar los pasos necesarios para superar las actuales dificultades financieras, al abogar por solventar de manera "urgente" la recapitalización de los bancos y la integración económica y fiscal de la UE.
Las diferencias entre Francia y Alemania
A última hora de este miércoles, una vez haya concluido el acto, es cuando está prevista la reunión entre Merkel y Sarkozy, que se han comprometido a llegar a un plan convincente antes de la cumbre de los líderes de la Unión Europea (UE) del domingo que ayude a resolver la crisis de deuda que está amenazando a la economía mundial.
Sarkozy ha reconocido ante los legisladores franceses que París y Berlín están divididos sobre la relación que debe tener el BCE y FEEF, ya que Francia defiende que el fondo de rescate tenga licencia bancaria, lo que le permitiría apalancar su capital al BCE.
"En Alemania, la coalición esta dividida sobre este asunto. No es sólo a Angela Merkel a quien necesitamos convencer", dijo Sarkozy en un encuentro este mediodía en el que confirmó su viaje a Francfort, según informó el diputado Charles de Courson.
Mientras que Francia ha defendido que la forma más efectiva de aumentar los poderes del fondo de rescate es convertirlo en un banco, tanto el BCE como el Gobierno alemán se han opuesto a esta medida.
Según informaba ayer The Guardian, Francia y Alemania han llegado a un acuerdo para reforzar el fondo de rescate hasta los dos billones de euros, si bien el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se ha mostrado dispuesto a aumentar sólo a un billón la citada dotación.