CORDOBA, 17 (EUROPA PRESS)
La mayoría de los trabajadores de Urende de toda España han respaldado en las asambleas celebradas desde la pasada semana y hasta este lunes apoyar la pretensión de la empresa, que está en concurso de acreedores, de ampliar por tres meses el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que, por espacio de dos meses, entró en vigor el pasado 1 de septiembre.
Así lo ha dicho, en declaraciones a Europa Press, el secretario general de la Federación de Comercio de UGT-Córdoba, Antonio Vacas, quien ha recordado que su sindicato había instado a los empleados de Urende a votar a favor de la ampliación del ERTE, bajo el argumento de que es "la solución menos mala", ya que, no solo sirve para asegurar el pago de los salarios, "sino que, además, es la mejor opción para dar viabilidad a la empresa", que de esta forma no incrementa sus gastos de personal y gana tiempo para afrontar en mejores condiciones el expediente de regulación de empleo (ERE) que aplicaría tras el ERTE y sobre el que ya tiene un preacuerdo con los sindicatos.
Precisamente, la idea de UGT es que, a la hora de convertir en definitivas las bajas que ahora son temporales (390), pues "sean menos trabajadores los que vayan al ERE definitivo, si es que están de acuerdo con ello los propios trabajadores", los cuales, según la petición que hicieron los administradores concursales y la empresa a los sindicatos, han decidido rápidamente sobre la ampliación del ERTE, dándole su visto bueno antes de que se cumpla, el próximo 30 de octubre, el vigente plazo de 60 días, para que así no haya interrupciones en el ERTE y los empleados "no pierdan los diez días que se les detraerían del desempleo".
Por eso la Federación de Comercio de UGT ha apostado por ampliar el ERTE ahora en vigor, que supuso el cierre de 12 (la mayoría fuera de Andalucía) de las 22 tiendas que tenía Urende en España y que afecta a 390 empleados de los más de 700 que componen la plantilla de Urende, los cuales recibirán de la empresa un complemento de 400 euros lineales, 100 euros para los empleados que a la finalización del ERTE permanezcan en la empresa, como complemento al desempleo, y 300 que se sumarían a las futuras indemnizaciones para las extinciones definitivas de contrato. Los sindicatos califican el trámite como "balón de oxígeno" que le dan a la empresa.
En este mismo sentido, Vacas considera que el concurso de acreedores de Urende, "dentro de la situación actual de la empresa, es positivo, ya que supone una garantía de protección de derechos para los trabajadores", añadiendo que, en cualquier caso, su sindicato "arrimará el hombro para salvar la empresa", que hasta ahora está al día en el pago de nóminas y "está cumpliendo" el compromiso que adquirió al respecto con los sindicatos.
EN CONCURSO
La cadena de electrodomésticos Urende, perteneciente al grupo andaluz Sánchez Ramade, entró en concurso voluntario de acreedores a finales del pasado mes de septiembre al considerar el Juzgado de lo Mercantil número uno de Córdoba que la sociedad está "en situación de insolvencia inminente", dado que "presenta una falta de liquidez que le impide atender regularmente el cumplimiento de sus obligaciones exigibles".
De hecho, según las cuentas presentadas por la propia empresa, que ha entrado en concurso adeudando unos 200 millones de euros a más de 1.200 acreedores, en el ejercicio de 2009 Urende sufrió pérdidas por valor de 56,9 millones de euros y, aunque presentaba un patrimonio neto positivo de 10,4 millones de euros, la sociedad presentaba un importante fondo de maniobra negativo, ya que la cifra del activo corriente ascendía a 86,7 millones y el pasivo corriente a 145,4 millones de euros.
En el ejercicio de 2010 la situación empeoró, ya que la cadena sufrió nuevas pérdidas, por valor de 20,8 millones de euros, acumulando así en los dos últimos años unas pérdidas totales superiores a los 77 millones de euros. Ello redujo en 2010 la cifra del patrimonio neto a 7,9 millones, y se incrementó además el fondo de maniobra negativo, ya que el activo corriente se redujo a 38,3 millones, mientras que el pasivo corriente ascendió a 120,5 millones de euros.
Todos estos datos llevaron al juzgado cordobés a estimar que Urende se encuentra en la referida situación de insolvencia inminente, por lo que procedía la declaración del concurso voluntario de acreedores, tal y como solicitó la empresa, tras no alcanzar un acuerdo con sus acreedores sobre la fórmula para refinanciar la deuda que mantiene con éstos.
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