
La subida de sueldos de 2012 todavía está pendiente. A pesar de que hace dos años los agentes sociales firmaran un incremento salarial del 1,5 al 2,5% para el próximo año, la patronal quiere replantear esta recomendación y adaptarla a las cada vez peores previsiones económicas.
Pero a día de hoy la negociación está parada. Los empresarios no están dispuestos a hablar de 2013 y 2014 sin inyectar una mayor moderación salarial para el próximo ejercicio. Y los sindicatos, por su parte, no quieren ni oír hablar de cambiar 2012.
Según explican fuentes ugetistas, las organizaciones sindicales quieren guardarse un as en la manga por si finalmente Mariano Rajoy aterriza en Moncloa.
Los expertos cuentan con que los populares lleven a cabo grandes reformas laborales centradas en la estructura de la negociación colectiva y en agilizar la contratación. Pero hay cuestiones que los sindicatos quieren proteger como, por ejemplo, parte de la estructura de la negociación colectiva.
Por este motivo, la intención de Comisiones Obreras y UGT es no ceder en la moderación salarial de 2012 hasta que no cambie el color del Ejecutivo y se conozcan sus planes reformistas.
De esta forma, según señalan estas fuentes, los representantes de los trabajadores tendrán algo con lo que negociar en el diálogo social. Y es que si aceptan una revisión a la baja para 2012 tendrán las manos atadas para rebatir las posibles reformas.
2012, 2013, 2014...
El último paso que han dado los sindicatos en estas negociaciones es que aceptaron sentarse a la mesa con la patronal para debatir desde cero cuál será el incremento salarial para los años 2013 y 2014.
Hasta ahora, la iniciativa de CCOO y UGT proponía que el acuerdo salarial firmado desde 2010 hasta 2012 se extendiera durante dos años más.
Esto implicaba que el alza de hasta el 2,5% previsto para 2012 se aplicaría también en los dos años sucesivos, cuestión que CEOE rechazó. La ventaja hubiera sido que la aplicación de la cláusula de revisión salarial, que debe hacerse efectiva una vez concluya el acuerdo, se hubiera aplazado hasta 2014.
Y es que con la excepción de algunos convenios, el acuerdo ha contenido bastante el crecimiento de los salarios en 2010 y 2011. En este periodo los sueldos han aumentado, aproximadamente, medio punto menos que el índice de precios.
Revisar a finales de 2012 los salarios para que los trabajadores recuperen el poder adquisitivo perdido supondría un fuerte desembolso para muchas empresas, que -según el presidente de las pymes, Jesús Terciado- no lo podrían asumir.
Los sindicatos reivindican el cumplimiento del acuerdo: tanto el incremento salarial para 2012 como la cláusula de revisión, ya que fue aceptado por los empresarios, argumentan.
Pero si echamos la vista atrás recordamos que la firma del pacto salarial cayo como un jarro de agua fría en la patronal. El entonces presidente, Gerardo Díaz Ferrán, reprochó al líder de la Comisión Laboral y responsable de la firma, Santiago Herrero, la escasa información que trasladó a la organización sobre las condiciones del pacto. La parte que más conflictividad tuvo fue la aceptación de la cláusula de revisión.
Sentarse a negociar de cero
La única salida que CCOO y UGT proponen, si los empresarios no quieren extender el acuerdo, es respetar lo firmado para el próximo año y volver a negociar para los años sucesivos un nuevo acuerdo que vuelva a contemplar la moderación salarial.
En este caso, los empresarios podrían exigir que se contemplara una rebaja de la previsión de inflación, si es que la hay, porque el 2013 todavía queda lejos para fijar una cifra exacta que concrete la estimación de IPC.
Los pronósticos que maneja CEOE todavía son de 2011-2012: este año cerrará con una inflación del 2%. Y no parece que los empresarios se quieran arriesgar de nuevo. Hace dos años los agentes sociales previeron que en 2012 habría mejorado sustancialmente la economía y...