Economía

Protestas violentas truncan el diálogo sobre el recorte sanitario en Cataluña

La Generalitat rectifica y abonará parte de las cuotas a residencias de ancianos.

El personal de la Sanidad catalana está dispuesto a plantar batalla ante la política de ajustes de la Generalitat. La gota que ha colmado el vaso ha sido el reciente anuncio del Gobierno de Artur Mas de reducir el 50 por ciento de la paga de Navidad a cerca de 40.000 médicos y enfermeros. Ayer, el descontento del colectivo quedó plasmado en la propia sede del Instituto Catalán de la Salud (ICS), en pleno centro de Barcelona, donde cerca de 200 sanitarios irrumpieron justo en el momento en que los gerentes del ICS y los cinco sindicatos del sector estaban reunidos para abordar cómo se plasma en las nóminas de los trabajadores un recorte de 45 millones de euros. En la práctica, supondría que los médicos renunciaran a un 15 por ciento del sueldo, después de que en junio se les recortara un 5 por ciento

La tensión fue de tal magnitud que los Mossos d'Esquadra se vieron obligados a desalojar a los manifestantes, que portaban pancartas en protesta contra la gestión del presidente catalán, Artur Mas, y de su consejero de Sanidad, Boi Ruiz.

Tras el desalojo, los Mossos escoltaron al gerente del ICS, Joaquim Casanovas, hasta su despacho, donde permaneció encerrado después de que algunos de los manifestantes le persiguieran. En un comunicado, el ICS expresó su voluntad de "llegar a un acuerdo con los representantes sindicales", para lo que se emplazaron a una nueva cita para el próximo día 3 de octubre.

Los sindicatos, por su parte, atribuyeron a la "gran crispación" del sector sanitario la irrupción de los sanitarios en la sede del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y de una cincuentena de ellos en la reunión de la Mesa sectorial, lo que obligó a suspender la negociación.

Nuevas protestas

Previamente al desalojo, los manifestantes habían cortado a las 10 horas la Gran Vía a la altura de la calle Balmes, tras concentrarse durante media hora antes ante el ICS para protestar contra los nuevos recortes que estudia el Departamento de Salut. Las manifestaciones volvieron a reanudarse ayer por la tarde, cuando un grupo de entre 700 y 800 Médicos Internos Residentes (MIR) volvieron a plantarse ante el edificio del Instituto Catalán de Salud.

No sólo el sector sanitario está afrontado ajustes, sino también el de la dependencia. Ayer, ante el aluvión de críticas que supuso el anuncio del Gobierno catalán de dejar de abonar a las residencias de ancianos y de discapacitados concertadas las cuotas correspondientes a septiembre y octubre, el consejero de Bienestar y Familia, Josep Lluís Cleries, explicó que finalmente pagarán como mínimo el 50 por ciento de la factura de septiembre y la totalidad de la de octubre.

Por otro lado, el Parlamento catalán aprobó ayer una resolución conjunta de CiU y ERC en la que se expresa la voluntad de que el nuevo sistema de financiación sea un pacto fiscal en la línea del concierto económico. Asimismo, abre la puerta a que se celebre una consulta a los ciudadanos sobre esta cuestión. La resolución ha sido aprobada con los votos favorables de CiU, ERC, del diputado Joan Laporta y los de ICV-EUiA, mientras que PSC, PP y Ciutadans (C's) votaron en contra.

El texto "constata la necesidad" de llegar a un pacto fiscal de Cataluña con el Estado para abandonar el sistema de financiación "de régimen común y de la negociación multilateral".

La resolución votada en el hemiciclo precisa que la Generalitat debe asumir las competencias en la "exacción, recaudación, gestión, liquidación, inspección y revisión de todos los tributos generados en Cataluña, y que se gestionen a través de la Agencia Tributaria de Cataluña".

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