Economía

"Ciutadans no está de acuerdo con fijar cheques en los estatutos de autonomía"

Albert Rivera, Presidente de Ciutadans y candidato por Barcelona al congreso.Foto: archivo
Albert Rivera, presidente de Ciutadans y candidato por barcelona al Congreso, es vendedor de ideas por encima de figuras políticas, pero su creciente popularidad le ha llevado a aceptar la semana pasada la cabeza de lista de su partido por la circunscripción de Barcelona en las próximas generales. No se ha sometido al proceso de primarias en el que cree la formación que preside, ya que él es quien tiene más posibilidades de conseguir un escaño en el Congreso.

Defiende firmemente un proyecto liberal en todos los sentidos y combinado con una socialdemocracia progresista en lo económico. Apuesta por un modelo autonómico descentralizado, pero coordinado y estable, y valora, por encima de todo, una sociedad moderna, de mezclas. Si renuncia a su acta de diputado en el Parlament catalán para dar el salto a la Cámara nacional es con un fin claro: hacer pensar a los grandes grupos. Si copian sus ideas, "bienvenido sea", eso sí, si se aplican.

¿Con qué expectativas afronta el 9 de marzo?

Las generales son una oportunidad de dar a conocer nuestro proyecto a nivel nacional y conseguir representantes en Barcelona, Tarragona o Madrid. En Barcelona ya tuvimos más de un 3 por ciento de los votos en las últimas autonómicas y si repitiésemos ese resultado se confirmaría un diputado nacional. Otros partidos se toman las generales como una reválida, de todo o nada, para Ciutadans es una oportunidad que nos puede permitir tener una voz en el Parlamento.

¿Cuáles serán los puntos fuertes de su programa económico?

Vamos a insistir mucho en vigilar la competencia. Nos preocupa profundamente la escalada de precios y creemos que no se hace el suficiente esfuerzo en materia competencial. De igual modo, pensamos que ha habido falta de responsabilidad política a la hora de regular ofertas en el campo hipotecario o de la banca. Para invertir en un fondo te ponen tantas cláusulas que suenan todas las alarmas; pero hacerse con una hipoteca a 30 años de 60 millones, es ver un anuncio y firmar. Tampoco dejamos de lado que la educación es el futuro de nuestra sociedad, por lo que apoyamos la inversión en temas prioritarios; y defendemos la gestión mixta de ciertos servicios.

¿Y qué opina de las promesas electorales de los grandes grupos?

Soy muy poco partidario, sobre todo, cuando esa formación ya ha pasado por el Gobierno o está en él. Son propuestas que están bien, pero sólo si se conoce cómo se va a hacer y de dónde sale el dinero para no generar falsas expectativas. Las promesas populistas no nos gustan.

Solbes y usted coinciden en cómo se autodefinen: socialdemócrata y liberal progresista...

No sé si eso es bueno o malo. Lo que defendemos es el liberalismo político que históricamente se basa en el pensamiento liberal que cree en las libertades individuales. Se puede ser profundamente conservador o más progresista desde un punto de vista moral. Este último es nuestro espacio político, el más vacío que existe. Pero no hay que confundir estado social con paternalista. Si Solbes también lo defiende, bueno, es de lo mejorcito que hay en los ministerios.

¿Si llega al Congreso, hacia qué lado se decanta de cara a pactar?

Es complicado hablar de pactos. Pero lo importante es tener una voz en el Parlamento. España necesita que se forme una coalición PP-PSOE a la alemana que tenga pactos de estado en justicia, educación, política exterior y antiterrorista para que no haya cambios según quién gobierne y para evitar que los nacionalismos tengan la llave del país con seis o siete escaños. No vamos a pactar con nacionalistas, buscaremos esos pactos de estado.

¿Cuáles cree que son los territorios con más privilegios?

Creo que es hora de denunciar y plantearse si es justo que haya dos comunidades autónomas, País Vasco y Navarra, con régimen carlista y unos privilegios históricos que les consienten ser menos solidarios con el resto de españoles. Sin embargo, hace poco vimos como por unanimidad en el Congreso se reafirmaba el cupo vasco. En contra de los conciertos económicos que algunos nacionalistas catalanes o gallegos plantean, yo voy al revés. Creo que en pleno siglo XXI los derechos se deben basar en un sistema de reparto solidario. No estamos de acuerdo con fijar cheques en los estatutos ni cláusulas territoriales.

¿Y en qué situación se encuentra Cataluña?

El nacionalismo genera distorsión de la realidad. No puede pagar el empresariado por las barbaridades que dice Carod Rovira. Pero también es cierto que en Cataluña se solicita más inversión cuando se está malbarantando parte en una supuesta construcción nacional: en abrir embajadas, en política lingüística... Es un gasto público excesivo que genera déficit en otras cosas.

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