MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
La confianza de los consumidores experimentó en julio un breve relajamiento al situarse en -32,7 puntos frente al máximo de -42,1 puntos registrado en mayo, aunque el comportamiento de los consumidores sigue dominado por el pesimismo y la desconfianza, según el índice de comportamiento del consumidor de Millward Brown.
El informe se realizó entre el 18 y el 22 de julio por lo que no incluye los efectos que pueden provocar en los consumidores el adelanto electoral, las sacudidas en los mercados, la ralentización del crecimiento en Europa o la reforma constitucional para controlar el déficit público, entre otras cosas.
Millward Brown cree que estos acontecimientos no han alterado los datos del mes de julio de forma significativa, aunque la convocatoria de elecciones ha abierto un compás de espera para ver por dónde discurren las cosas con el nuevo Gobierno, sea del signo que sea.
En concreto, en el mes de julio mejoró la opinión sobre la situación económica, aunque se mantuvo en niveles que reflejan gran preocupación, algo que se podría haber incrementado en el mes de agosto por los recientes acontecimientos.
De la misma forma, en julio mejoró la valoración del momento para realizar grandes compras y de hasta qué punto la crisis está afectando a la economía familiar. Aún así, el dato más positivo es la opinión sobre la evolución del desempleo en los próximos meses.
Sin embargo, pese al leve respiro en el clima sobre la economía y las perspectivas del desempleo, Millward Brown asegura que las pautas de consumo siguen dominadas por la aversión al riesgo y el control de los gastos domésticos. Además, la inflación también está causando estragos en los presupuestos familiares.