El índice ISM de gerentes de compra del sector no manufacturero estadounidense subió en agosto hasta hasta los 53,3 puntos desde los 52,7 de julio, sorprendiendo a los expertos.
En el mercado se esperaba una caída a 51 puntos, e incluso el whisper number que circulaba entre los operadores situaba al ISM por debajo de 50 puntos, lo que hubiera marcado contracción del sector servicios.
El buen dato ha hecho reaccionar positivamente a los mercados, pero no lo suficiente como para que Wall Street cotice en positivo.
Aunque las lecturas por encima de 50 indican que más firmas se están expandiendo que contrayendo, el índice todavía se sitúa lejos de los máximos de 2011, en febrero, cuando alcanzó los 59,7 puntos.
En la parte positiva, el índice de nuevos pedidos subió 1,1 puntos, hasta 52,8. Sin embargo, el índice de empleo cayó levemente y sólo 10 de los 18 sectores que mide el índice mostró crecimiento.
El sector servicios, que abarca campos como la salud, las finanzas o el entretenimiento, cubre aproximadamente el 90% de la economía estadounidense y se situó de media en 56,1 en los cinco años previos al cierre de 2007, cuando la recesión comenzó.
"Los comentarios de los entrevistados permanecen mixtos. Hay cierto grado de incertidumbre respecto a las condiciones empresariales para el conjunto del año", explicó Anthony Nieves, que dirige los servicios de la encuesta ISM.
A pesar de que la subida es pequeña y el nivel alcanzado es comparativamente bajo, supone uno de los pocos indicadores positivos sobre la economía estadounidense de las últimas semanas.
El ISM manufacturero aún muestra expansión
