Economía

Presión para que Finlandia ayude a Grecia

 Arrecian los contactos, las negociaciones y las presiones para que Finlandia suavice sus pretensiones y desbloquee la operación de rescate de Grecia. Una de las últimas ideas sobre la mesa es que renuncien a cobrar intereses por los préstamos de ayuda concedidos al Estado griego aquellas capitales que, como Helsinki, exijan a Atenas avales para garantizarse que recuperarán el dinero con el que contribuyan al salvamento.

Los socios europeos de Finlandia y Grecia no ven con buenos ojos la exigencia finlandesa de que Atenas deposite activos como garantía de que devolverá los préstamos del rescate, porque supondría bloquear parte de los recursos que la necesitada República Helénica necesita para salir a flote sin incurrir en impagos.

Y según declaraciones a la agencia Bloomberg de fuentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) protegidas por el anonimato, este organismo multilateral con sede en Washington también se opone porque considera que perdería su posición de acreedor prioritario a la hora de recuperar los fondos movilizados.

Plan de ajuste

Las presiones no son sólo sobre Finlandia. A Grecia también se le pide que cumpla su duro programa de ajuste presupuestario y reformas económicas. "Los mercados ven que hay problemas para aplicar el plan de ajuste en Grecia e Italia. Europa debe aumentar la presión sobre estos países para que lleven a cabo las medidas que han diseñado", señaló ayer el conservador Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, en unas declaraciones a la radio belga VRT.

Van Rompuy se reunió ayer por la tarde en Helsinki con el primer ministro finlandés, Jurki Katainem. Y más tarde  cenaba en Berlín con la canciller alemana Angela Merkel. Hoy está prevista una reunión en Berlín de los ministros de Finanzas de Alemania, Holanda y Finlandia.

Mientras tanto, sigue bloqueada la entrega a Atenas antes de que termine este mes de septiembre de un préstamo de 8.000 millones de euros para evitar su quiebra inmediata. Y se mantiene en dique seco la activación del segundo plan de rescate pactado el pasado mes de julio, plan que incluye inflingir una quita más o menos voluntaria a la banca titular de deuda pública del Estado griego.

Retraso en las privatizaciones

George Provopoulos, gobernador del banco central de Grecia, se sumó a las presiones internacionales sobre el Gobierno de su país asegurando a través de la prensa griega que la recesión sería menos profunda si las reformas avanzarán más rápido, si el déficit presupuestario se redujera más drásticamente, y si la competitividad mejorara.

Por otra parte, la recaudación proveniente del plan de privatizaciones exigido por Europa y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Grecia va camino de quedarse por debajo de lo previsto para este año, según aseguraba este fin de semana la prensa griega.

Por un lado se están produciendo retrasos en el proceso de puesta en venta de empresas y otros activos públicos. Por otro, las caídas generalizadas de las bolsas también está dejando su huella. Y el Gobierno intenta evitar dar la impresión entre su opinión pública de que se está precipitando y está malvendiendo su patrimonio.

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