El Banco de Japón ha dejado los tipos de interés sin cambios en el 0,50%, nivel al que se encuentra desde febrero, tal como se esperaba por las incertidumbres sobre la crisis crediticia y las economías de EEUU y Japón. Ante esta situación, la institución tiene poco margen de maniobra, aunque antes hubiera mostrado intenciones de endurecer la política monetaria.
El comité de política monetaria tomó la decisión de forma unánime, la primera vez desde junio, con la intención de darse tiempo a comprobar la evolución de la crisis y evaluar si la debilidad del mercado inmobiliario estadounidense afecta la principal economía mundial y posteriormente la japonesa.
Además, el Banco de Japón redujo sus perspectivas sobre la segunda economía del mundo, señalando que el ritmo de crecimiento se desacelerará. Los principales bancos centrales del mundo están inyectando liquidez en el mercado para reducir los tipos que se están pagando en el mercado interbancario.
La situación no permite subidas
"No están en una posición en la que puedan elevar los tipos cuando todo el mundo está preocupado por el estado de la economía", señaló a Bloomberg Graham Davis, director del Economist Intelligence Unit en Tokio.
Asimismo, el banco central desea estudiar la situación de la demanda interna, que podría verse afectada por una regulación más estricta en el sector de construcción.
Tosihiko Fukui, que el año pasado supervisió el cambio en la política monetaria (hasta entonces con los tipos prácticamente en el 0%), probablemente no podrá volver a incrementarlos antes de que se acabe su mandato el próximo 31 de marzo. Según una encuesta de Bloomberg, 21 de 31 economistas consultados esperan que la autoridad monetaria nipona mantenga los tipos hasta el segundo semestre del año que viene.
Tras la decisión, el yen se situaba en 113,28-32 yenes frente al dólar. El banco central mantendrá su próxima reunión de política monetaria el 21-22 de enero.