
¿Se justifica un gasto de ocho millones y medio de euros por parte del Estado para intermediar en el mercado de la vivienda en alquiler si su resultado es de poco más de 5.000 pisos entregados? Para el Partido Popular y CiU la respuesta es no. El Gobierno, sin embargo, ve oportuno ese gasto y defiende la dinamización que ha supuesto en dicho segmento la actividad de la Sociedad Pública de Alquiler.
Ayer, durante su comparecencia en la Comisión de Fomento y Vivienda del Congreso de los Diputados, el presidente de la SPA, Alejandro Inurrieta, reveló que hasta el 30 de noviembre la sociedad ha entregado las llaves de 5.192 pisos en alquiler.
Hay 4.000 que son propiedad de particulares; otros 600 de empresas privadas dedicadas a este sector, y el resto de otras administraciones públicas. Para ello ha gastado, entre 2006 y 2007, -nació justo a finales de 2005- un total de 8,6 millones de euros sólo en gastos de personal y servicios exteriores. En esta última partida, se incluyen los seguros que firma la SPA los gastos en el servicio informático y los que provoca su centro de atención telefónica.
Dinero a cambio de más garantías
Combinando el gasto y los fines logrados se aprecia que cada vivienda, cuya intermediación cierra la sociedad de alquiler, le genera unos gastos de 1.658 euros que pagan todos los españoles. Esa misma labor la realiza el sector privado, ciertamente con menores garantías para el propietario, pero sin coste para el conjunto de la ciudadanía.
La SPA cuenta en la actualidad con 38 trabajadores y no logrará cerrar el año con sus objetivos de intermediación cumplidos. Debía llegar a las 5.500 viviendas y se va a quedar en 5.400. Sí ha logrado avanzar en sus resultados financieros, pero los números rojos siguen protagonizando el balance de la SPA. Por ahora acumula pérdidas de 7,2 millones de euros, cuando su plan de negocio preveía un saldo negativo de 10 millones.
Inurrieta sostuvo que la SPA está "ayudando a dinamizar un mercado que estaba muerto" cuando los socialistas llegaron al poder en 2004. Una opinión que no comparte el Partido Popular. Su portavoz de Vivienda en el Congreso, Pablo Matos, utilizó la ironía para resaltar que, 5.192 viviendas entregadas en 27 meses equivalen a seis al día o tres mensuales en cada provincia. "¿No tiene usted miedo a reventar el mercado alquilando tres viviendas al mes?", le espetó Matos al presidente de la Sociedad Pública de Alquiler.
Para los populares, la SPA "ha sido un fracaso político y económico" y garantizó que si Mariano Rajoy gana las próximas elecciones, el PP procederá al cierre de la sociedad de alquiler, a su liquidación y al "reparto de lo poco que quede" entre las comunidades autónomas. A las críticas se sumó el diputado de CiU Jordi Jané, quien denunció, asimismo, que la SPA invade competencias autonómicas.
Habrá beneficio
Sin embargo, Inurrieta replicó que la Sociedad Pública de Alquiler se disolverá el día que haya dado cumplimiento a sus objetivos y entonces su cuenta de resultados estará pintada en negro y no en rojo, como sucede ahora. Recordó que el plan de negocio establecía pérdidas durante sus tres primeros años de vida y se va a cerrar el segundo.
Entre las iniciativas que pondrá en marcha la SPA, a partir del próximo mes de enero,está sacar al mercado vivienda en alquiler construida por promotores privados. Se les garantizará durante cinco años el cobro de la renta de esos pisos en un momento en el que se han ampliado las ayudas al alquiler y en el que las ventas ya no se suceden con la agilidad de antaño.