Economía

ETA hace explotar una bomba en Sestao: los terroristas avisaron de su colocación

Un artefacto compuesto por 2 ó 3 kilos de explosivo ha estallado esta madrugada en los juzgados de paz de Sestao (Vizcaya) y ha provocado destrozos en el edificio pero causar daños personales. Sobre las 00:30 horas, una persona llamó por teléfono en nombre de ETA a la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) de Vizcaya para anunciar que media hora después estallaría un artefacto en los juzgados de Sestao. Estos hechos se producen dos días después del desafiante comunicado de la banda terrorista.

La bomba ha hecho explosión sobre la una de la madrugada en la puerta de los juzgados de paz de Sestao, ubicados en la Alameda Las Llanas, en el centro de este municipio de la Margen Izquierda del Nervión, situado a 11 kilómetros de Bilbao.

Desalojo de la zona

Patrullas de la Ertzaintza confirmaron la presencia de una bolsa sospechosa en la puerta de los juzgados, tras lo cual agentes de la Policía Autónoma Vasca acordonaron la zona cortando todos los accesos al lugar. Los agentes informaron de los hechos a los clientes de dos locales de hostelería situados en las inmediaciones para que abandonaran la zona por precaución.

La bomba, cuya explosión se ha escuchado en varios kilómetros a la redonda, ha causado daños en el edificio, que alberga diversas oficinas municipales del Ayuntamiento de Sestao. Los desperfectos se han localizado en los accesos al juzgado, la puerta de entrada, techos del interior y un portal cercano, según ha precisado el departamento vasco de Interior.

De acuerdo con las primeras estimaciones de la Ertzaintza, el artefacto estaba dotado de temporizador y compuesto por 2 ó 3 kilos de explosivo, de un tipo aún por determinar. Efectivos de la Ertzaintza, incluida la Unidad de Desactivación de Explosivos, trabajaron de madrugada para garantizar la seguridad de la zona.

Tras el comunicado

Este atentado se ha producido un día después de que la banda terrorista ETA hiciese público un comunicado en el que asume la autoría del asesinato de dos guardias civiles el pasado 1 de diciembre en Capbreton (Francia) y de otros cuatro atentados, entre ellos la colocación de dos bombas, una de ellas trampa, en los juzgados de Getxo (Vizcaya) el pasado 11 de noviembre.

Esos artefactos, de tres y cinco kilos de cloratita, no estallaron y fueron desactivados por artificieros de la Policía vasca, aunque, al día siguiente, uno de éstos especialistas de la Ertzaintza resultó herido en una mano al explosionar el detonador de una de las dos bombas neutralizadas.

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