Economía

Las empresas españolas denuncian que el Gobierno veta su negocio en Libia

  • Las pérdidas de grupos agroalimentarios y farmaceúticos superan los 100 millones
  • Las compañías reconocenq ue muchos clientes han recurrido a productos franceses e italianos.
El líder libio, Muamar el Gadafi. Foto: Archivo

Las empresas exportadoras están molestas con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero porque, según denuncian, ha vetado el negocio español de alimentos, productos farmacéuticos y carburantes en Libia "por razones políticas".

Así lo han hecho saber a este periódico fuentes del sector, que alertan de que el Ejecutivo no autoriza una serie de operaciones, a las que sí han dado luz verde las Naciones Unidas y de las que ya se están beneficiando compañías francesas e italianas.

Según las mismas fuentes, el motivo responde a que el Gobierno español quiere evitar cualquier tipo de vínculo con el régimen de Gadafi cuando los fondos del Libian Foreign Bank -controlados por la ONU- no hacen distinción entre la zona de influencia del dictador libio y el nuevo Gobierno de Transición de Bengasi.

"Las empresas españolas no pueden cumplir con los encargos reclamados desde Libia por clientes anteriores al conflicto, cuando la ONU ha autorizado el desbloqueo de todas las operaciones que tengan que ver con el abastecimiento de alimentos y de medicamentos", cuestionan las empresas, para recordar que el suministro beneficia al conjunto de la población libia.

Las consecuencias de este bloqueo ya superan, según las empresas consultadas, los 100 millones de euros y podrían llegar a cuantificarse en varios centenares de millones si el Ministerio de Asuntos Exteriores y el gabinete de Industria, Turismo y Comercio no hacen nada para evitar que la situación que denuncian no se corrija.

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ya reconoció a finales de julio la petición de Bengasi para que las empresas españolas regresaran al país: "Somos conscientes de que no basta con reconocer al Consejo Nacional de Transición como representante legítimo del pueblo libio. Hay que prestarle ayuda financiera urgente y estamos estudiando todas las posibilidades". Pero los movimientos todavía no se han producido.

Queja formal en septiembre

Por este motivo, las empresas españolas reconocen que trasladarán una queja formal al Gobierno en cuanto empiece el curso político en septiembre, ya que en agosto, asumen, es muy difícil dejarse oír.

Además, las compañías agroalimentarias que tenían negocio de harina, trigo, azúcar o aceite en el país, así como las farmacéuticas, ponen el acento en que el daño ya causado tendrá repercusiones en el futuro, se solvente cuando se solvente el problema, porque hay clientes libios que han recurrido a empresas francesas e italianas ante la falta de atención de las españolas.

Consultado sobre este extremo, el presidente del Club de Exportadores, Balbino Prieto, muestra su preocupación porque "las trabas burocráticas están haciendo perder a las empresas españolas oportunidades de negocio en un momento económico complicado".

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