María Fernández García
Madrid, 13 dic (EFECOM).- Las flores de Pascua cuentan con un mercado maduro en España y constituyen un adorno popular cada Navidad, lo que permite mantener una producción nacional que, según algunas estimaciones no oficiales del sector, puede rondar los cuatro millones de ejemplares.
Según indican desde la cooperativa catalana Corma, una de las principales comercializadoras de esta planta en España, los precios oscilarán este año entre 0,90 y 28 euros la unidad, en función del tamaño y la calidad de los ejemplares.
El 90 por ciento de las ventas corresponden al tradicional color rojo, a pesar de que cada vez se introducen en el mercado nuevos tonos, entre los que destacan el blanco, el amarillo y el salmón.
Corma prevé comercializar estas navidades 300.000 flores de Pascua (o poinsettias), el cinco por ciento más que en 2006.
Esta cooperativa agrupa a cuarenta socios cuyas plantaciones se concentran en las comarcas barceloneses del Maresme y el Vallés.
Cataluña figura entre las zonas donde más se cultiva la poinsettia en España, junto con Valencia, Almería y Murcia, también con extensas plantaciones.
Según declaró a Efe el director comercial de Corma, Javier García, el mercado de las flores de Pascua en España está ya "estancado", tras producirse el mayor auge en las ventas hace cuatro años.
Entre los problemas del sector, García destacó que la popularización de esta planta a través de la venta en grandes superficies comerciales puede perjudicar su calidad, ya que las condiciones en las que se conservan en estos establecimientos las dañan.
Así, subrayó que cuanto más masificados están durante su almacenamiento y más tiempo permanecen en el interior de bolsas de plástico, más sufren los ejemplares, que luego sobreviven menos tiempo.
Esta situación, según García, provoca que a menudo el consumidor se sienta "desencantado" con la poca duración de las poinsettias.
Por ello, defiende que su comercialización se haga a través del canal especializado, ya que, si las plantas reciben los cuidados adecuados, pueden durar "mucho tiempo".
Esta planta es originaria de México y se adapta mejor a climas templados o cálidos, por lo que debe conservarse a temperaturas de entre 17 y 21 grados centígrados, aunque su popularización como adorno navideño proviene de Estados Unidos.
Si se proporcionan los cuidados necesarios, los cultivadores aseguran que la planta puede vivir varios años, aunque el tono rojo no se mantiene todo el año, sino sólo desde noviembre o diciembre hasta febrero.
Para que la planta vuelva a florecer cada Navidad, en el mes de octubre, tras haber realizado las podas necesarias, debe permanecer en condiciones de oscuridad total durante al menos doce horas. EFECOM
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