Economía

El 'ladrillo' disfruta de su montaña rusa

La reestructuración de las entidades financieras, principales adreedoras de las inmobiliarias, ha propiciado una cascada de refinanciaciones obligadas en los últimos meses que ha animado a la moribunda cotizaci´no del sector. Los agresivos planes de ajuste también han servido para activar el valor de unas compañías necesitadas de buenas noticias.

Las principales inmobiliarias cotizadas han comenzado a dar algunas señales de vida tras varios años en coma profundo. Pese a que todavía soportan una deuda demasiado pesada, herencia directa de aquella etapa de vino y rosas, los esfuerzos obligados en materia de refinanciación y la necesidad de las entidades bancarias de dar solución a un problema enquistado han activado la cotización de los principales grupos del sector.

En los últimos meses, grupos como Metrovacesa, Quabit (antigua Astroc), Reyal Urbis, Realia y Renta Corporación entre otras, han visto cómo su valor en bolsa se disparaba en días puntuales empujado por los rumores, casi siempre fundados, de cercanas reestructuraciones de deuda.

Precisamente, Quabit fue una de las que más vieron crecer sus acciones los días previos a su refinanciación. La inmobiliaria que preside Félix Abánades se llegó a disparar un 52 por ciento el día antes de su junta de accionistas, donde tenía previsto anunciar la refinanciación de su deuda, que alcanza los 1.459 millones de euros. En sólo un día, llegó a duplicar el precio al que venía cotizando durante todo el año. Pero no fue el único calentón. A principios del pasado mes de febrero, los títulos de la inmobiliaria protagonizaron un episodio parecido, pues, aunque cerraron con un alza de casi el 37 por ciento, el valor llegó a dispararse un 55 por ciento en los primeros tramos de la sesión, colándose en esos momentos entre las 25 compañías del parqué español con mayor volumen de negociación.

Sin motivos aparentes

Reyal Urbis es otra de las más tocadas por este calentón bursátil repentino. La compañía controlada por Rafael Santamaría sumó al final de la semana pasada una revalorización del 221 por ciento en relación a los cinco días anteriores, sin que ningún analista se pusiera de acuerdo sobre los motivos. Bien es cierto que Reyal se encuentra negociando con los bancos su refinanciación, pero la propia compañía se encargó de matizar ante esta subida que no se había producido ninguna novedad al respecto.

Para los expertos bursátiles más prosaicos, la razón de estas subidas se encuentra el escaso free float (capital libre en bolsa) con el que cuentan. Cuando un inversor compra un gran volumen de títulos, la acción sube con fuerza debido a la presión que esas compras hacen sobre el resto de acciones que se encuentran en circulación.

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