Las penurias financieras de las administraciones públicas están acumulando una amplia casuística que roza el surrealismo. Desde los ERE de funcionarios, hasta el abandono de los parques y jardines al cuidado de los vecinos, pasando por la reducción de coches de la policía urbana para cambiarlos por bicicletas, el corte del suministro de iluminación nocturna, los casos se repiten por toda España.
Pero hasta ahora no había ocurrido que un juzgado haya embargado una plaza de un pueblo ante el impago a un contratista. El caso corresponde al municipio almeriense de Macael, conocido por las canteras de mármol, contra el que el Juzgado de Instrucción de Purchena ha emitido una orden de embargo a favor de la empresa constructora Rus, que reclama al municipio más de dos millones de euros que no ha pagado una empresa municipal, Villas de Macael.
El Juzgado ha decretado el embargo de cuatro parcelas de terreno de la localidad, dos taludes y lo que es más llamativo, la plaza de Esplugues de Llobregat.
La empresa realizó hace años obras de desmonte en terrenos y taludes para la urbanización del llamado Cerro de las Casetillas, gestionado por la empresa municipal Villas de Macael, que ha sido la que ha incurrido en el impago.
Tasados en 1,20 millones
El embargo de cuatro parcelas de la citada urbanización no puede extrañar, ya que es habitual en estos casos. Pero esos bienes están tasados en 1,20 millones de euros, faltan por lo tanto de valorar los taludes y plaza para completar la deuda de 2,3 millones de euros. La plaza pública se encuentra rodeada de edificios y cuenta incluso en sus bajos con un aparcamiento.
El alcalde del municipio, Raúl Martínez, ha declarado que el municipio no está en condiciones de pagar, porque no tienen dinero ni para pagar las nóminas, por lo que intentará llegar a un acuerdo con la constructora, que no puede contemplar el pago inmediato del monto total de la deuda.
Reconoce el munícipe además que no es ésta la única deuda del Ayuntamiento, que acumula impagos por más de 18 millones de euros y que tiene en cola de la ventanilla a varias constructoras de la región que le reclaman facturas que alcanzan el millón de euros.
La diferencia entre éstos y los beneficiarios del embargo es que los primeros se tienen que resignar porque la deuda es directamente con el municipio, mientras la constructora Rus demandó a la empresa pública, cuyos bienes sí pueden ser sujetos de embargo.
Macael no es más que otro ejemplo de municipios sobreendeudados en suspensión práctica de pagos, como Moratalla, cuyo alcalde anuncia subida de impuestos, Cunit, cuya alcaldesa reconoce que están en situación de quiebra u Orihuela, un municipio que reconoce 90 millones de deuda