Economía

Zapatero: "Me he abrasado, pero he hecho reformas"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero | EFE

Minutos después de anunciar el pasado viernes el adelanto de las elecciones generales, el presidente del Gobierno se habría mostrado satisfecho, en una conversación privada, de haber evitado que España fuera intervenida.

La edición dominical del diario El Mundo se hace hoy eco de la conversación privada que tuvo lugar el pasado viernes entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y un misterioso personaje cuya identidad mantiene el diario en secreto. En este encuentro, el mandatario habría hecho un balance de su época en La Moncloa mucho más suculento que el realizado ante los medios de comunicación en rueda de prensa. De esta conversación, plasmada en una carta firmada por Pedro J. Ramírez, extraemos distintas perlas económicas.

Arrepentimiento moderado

Zapatero dice arrepentirse de "no haber tenido reflejos para pinchar la burbuja inmobiliaria" pero, sin embargo, elude su responsabilidad ante lo que siempre se le ha achacado, la detección tardía de la crisis económica y la errática respuesta ante la misma, argumentando que "nadie padía imaginar la dimensión de esta crisis".

Asimismo, el presidente dice que a veces piensa que "su vida comenzó aquel domingo de octubre de 2008 después de la quiebra de Lehman Brothers, cuando parecía que el mundo se hundía". Ahí es cuando parece reconocer que se gestó el comienzo de su fin que, según dice, vio muy claro cuando más tarde se vio obligado a tener que bajar el sueldo a los funcionarios. Dice el artículo que ahí supo cuál iba a ser el coste político y asumió el papel de culpable ante su partido cuando esa decisión le hizo perder miles de votos en las elecciones del 22-M.

Orgulloso de haber evitado una intervención

Pese a todo lo anterior, del almuerzo del que se hace eco El Mundo, se extrae que Zapatero se siente orgulloso de haber evitado que se tuviera que intervenir España, tal y como ha ocurrido con Grecia, Irlanda y, por último, Portugal. "Ver cómo intervienen tu país es lo más duro que le puede pasar a un gobernante y eso es lo que hemos evitado en España", habría dicho el presidente. "Me he abrasado, pero he hecho reformas", afirma, seguro de que el país está fuera de peligro, pese a la prima de riesgo.

Cosas pendientes

Por otra parte, según Zapatero, el país tiene pendiente tres grandes asignaturas en materia económica: la reforma del Estado autonómico, que asegure que las Comunidades no puedan inclumplir acuerdos de política fiscal; la reforma de la "estructura empresarial", con cambios en el impuesto de sociedades que estimulen la llegada a España de grandes multinacionales; la reforma del desempleo.

Al parecer, desde su retiro de León, el todavía presidente dice que se pondrá a disposición del nuevo inquilino de La Moncloa para tratar de ayudar en lo que pueda en la consecución de los objetivos arriba expuestos.

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