Economía

EEUU juega con fuego: el acuerdo sobre la deuda no parece inminente

Los demócratas trataban el viernes de lograr un acuerdo de última hora con los republicanos para evitar una dañina moratoria de Estados Unidos, pero sus divisiones persistían antes del límite del martes para elevar el límite de deuda del país.

La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó un plan para recortar el déficit, pero el proyecto fue derrotado poco después en el Senado dominado por los demócratas, una situación que puso de relieve las diferencias ideológicas, pero también abrió la puerta para negociar un acuerdo.

Las votaciones consecutivas pusieron fin a semanas de inercia política en los esfuerzos por elevar los 14,3 billones de dólares (unos 10 billones de euros) de límite de deuda de Estados Unidos antes del martes, fecha después de la cual la mayor economía del mundo no podrá pagar todas sus cuentas, dijo el Gobierno.

Pero las esperanzas de una rápida resolución desaparecieron mientras el Senado se reunía para una ronda de maniobras parlamentarias y asignaciones de culpas, creando el escenario para un tenso fin de semana en Washington.

El líder demócrata del Senado, Harry Reid, cedió algo de terreno el viernes por la noche mientras revisaba su propia propuesta de reducción del déficit para incorporar partes del "plan de respaldo" propuesto inicialmente por el máximo republicano del Senado, Mitch McConnell.

En el tejado de Obama

La nueva versión esencialmente da al presidente Barack Obama la autoridad -y la culpa- de elevar el límite de deuda en tres etapas para cubrir las necesidades de préstamos de Estados Unidos más allá de las elecciones de 2012, en las que aspirará a un segundo mandato.

Obama y sus demócratas esperan evitar múltiples votaciones antes de la elección.

A pesar de lo cercano del plazo final, los avances hacia un acuerdo no parecen inminentes.

"Ellos se niegan a negociar con nosotros y todo lo que hacen es hablar", dijo Reid a periodistas después de la votación del Senado, que al igual que la de la Cámara de Representantes se resolvió según las mayorías de los partidos.

Las demoras y los obstáculos de procedimiento seguirán dificultando que el Congreso logre un acuerdo y lo envíe a Obama antes de la noche del lunes, lo que sumaría más incertidumbre a los ya tensos mercados financieros mundiales.

"Jugando con fuego"

Incluso si se logra un acuerdo, Estados Unidos se arriesga a perder su calificación de crédito AAA, un evento impensable incluso para los mercados financieros que elevaría el coste del endeudamiento de Estados Unidos mientras su economía sigue débil.

Los líderes mundiales observan asombrados lo que ocurre en Washington. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, dijo el viernes que Estados Unidos está jugando con fuego.

El mayor tenedor de deuda de Estados Unidos, China, ha instado reiteradamente a Washington a que proteja sus inversiones en dólares y su agencia estatal de noticias informó el viernes que el dólar había sido "secuestrado" por políticos "peligrosamente irresponsables".

Wall Street terminó el viernes su peor semana en una año. El dólar cayó a un récord mínimo contra el franco suizo, que es considerado por los inversores como una divisa segura.

En los mercados de préstamo de corto plazo, los inversores se deshicieron de sus participaciones debido a temores frente a las negociaciones, lo que hizo subir los tipos de la deuda del Tesoro que vence en agosto a máximos de seis meses.

El Tesoro de Estados Unidos advirtió a las firmas de Wall Street que podría postergar o cancelar una gran ronda de venta de bonos si el Congreso no eleva el límite de endeudamiento a tiempo.

Ambos bandos en el Congreso han permanecido estancados durante semanas, con los legisladores envueltos en un juego de asignar culpas que ha elevado el riesgo de una potencialmente devastadora moratoria, lo que podría llevar a Estados Unidos de vuelta a la recesión y provocar un caos económico a nivel mundial.

Bloqueo en el Senado

Los hechos cobraron velocidad el viernes, cuando los republicanos aprobaron un plan de reducción de déficit en la Cámara de Representantes por 218 votos a favor y 210 en contra, después de que los líderes del partido revisaran el proyecto para calmar a sus miembros conservadores que se oponen a los impuestos.

El proyecto de ley, criticado por Obama, quien había advertido a los legisladores que dejaran de perder el tiempo y que hallaran una "salida de este desastre", estaba condenado a una derrota en el Senado, donde todos los demócratas habían prometido oponerse.

El Senado rechazó la medida por 59 votos en contra y 41 a favor.

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