Las farmacias no quieren pagar los platos rotos de un Sistema Nacional de Salud que acumula una deuda de más de 15.000 millones de euros con sus proveedores.
El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) reclamó ayer a la corporación profesional nacional que preside Carmen Peña "acciones contundentes, sin descartar ninguna medida", desde movilizaciones del sector al cierre de farmacias a partir de septiembre, como medida de presión para frenar los recortes y los impagos que afronta el sector.
Y es que el paquete de medidas acordado el pasado jueves por el Gobierno y las comunidades autónomas para ahorrar 2.400 millones de euros más en medicamentos a costa de los ingresos de laboratorios, distribuidores y farmacias, y cuya medida estrella es la obligatoriedad de recetar genéricos, ha colmado el vaso del sector, máxime cuando el gasto farmacéutico acumula un decrecimiento del 9,42% anual, según los últimos datos avanzados ayer por Sanidad.
El presidente del COFM, Alberto García Romero, explicó a este diario que las últimas medidas pactadas "condenan al sector farmacéutico a financiar su propio auto rescate, cuando muchas farmacias y pequeñas empresas están ya al borde de la quiebra".
García Romero recuerda que el impacto de los dos últimos reales decretos-ley aprobados en 2010 ha hecho mucho daño al conjunto del sector farmacéutico. En total, ha supuesto una merma de ingresos de 2.855 millones de euros, un 14% de la facturación del sector, a los que se sumaría el nuevo recorte de 2.400 millones que se podría aprobar en el Consejo de Ministros del próximo viernes.
A la política de recortes de márgenes y de precios de los medicamentos para reducir una factura que sólo en recetas asciende a 11.498,8 millones de euros al año, hay que sumar ahora los impagos que arrastran las farmacias desde el mes de mayo en algunas comunidades autónomas, como Castilla-La Mancha, Baleares o La Rioja. Según el portavoz de los farmacéuticos madrileños, estos impagos "se generalizarán a partir de septiembre en España, lo que sin duda provocará desabastecimientos de medicamentos".
A los farmacéuticos madrileños tampoco les ha gustado que el Gobierno quiera imponer por ley la prescripción por principio activo, es decir, por la molécula base del medicamento en lugar de la marca comercial, y cargaron ayer duramente contra esta política. Los boticarios auguran "una fuente de conflicto permanente en las consultas médicas y en las farmacias", como consecuencia de los continuos cambios en la medicación y advierten que esta medida dificultará la adherencia a los tratamientos.
Genéricos inadmisibles
Farmaindustria volvió ayer a arremeter contra el plan de ahorro y la prescripción por principio activo, ya que considera "inadmisible" que "cuando el genérico y la marca, que es el producto original y de referencia, tienen el mismo precio, se obligue a prescribir el genérico en lugar de la marca", lamentó ayer el director general de la industria innovadora, Humberto Arnés. La patronal confía en que la reunión solicitada con la ministra de Sanidad sirva para "minimizar los daños".
Al frente contra el cambio en la prescripción se sumaron también los médicos. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, entidad que representa a más de 20.000 médicos de Atención Primaria, advirtió al Ministerio de Sanidad y a las comunidades de que "nunca se debe comprometer la libertad de prescripción del médico". Los médicos reclamaron diálogo antes que imposición y confían en que se tenga en cuenta la opinión de los médicos a la hora de redactar la normativa final que regule la propuesta.
Lo que parece agotada es la vía elegida por el Gobierno para reducir el gasto farmacéutico. Los farmacéuticos advirtieron que el recorte del 15% de los precios de los medicamentos que llevan más de diez años en el mercado y que no cuentan con un genérico "condena a desaparecer a muchas marcas que ya tienen tarifas ajustadas". En su opinión, esta nueva reducción de precios que incide en el 33% del mercado total "provocará un desplazamiento de la prescripción hacia tratamientos de mayor precio".
Después de afrontar 16 recortes desde 2000 y de aportar a las arcas del Estado más de 3.500 millones de euros en descuentos sobre sus ventas, los farmacéuticos desconfían del plan de ayudas, anunciado por la ministra Leire Pajín durante el pasado Consejo Interterritorial, para las farmacias situadas en municipios de menos de 1.500 habitantes.
El Gobierno lleva al límite al sector farmacéutico
