Madrid, 4 dic (EFECOM).- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió hoy, si el PSOE vuelve a ganar las elecciones, suprimir el Impuesto de Patrimonio, y anunció que se compensará a las comunidades autónomas por dejar de recaudar este impuesto, que sólo pagan 941.000 contribuyentes.
La pérdida de recaudación por la supresión de este tributo será de unos 1.400 millones de euros, una cantidad que "no es exorbitante" en palabras del vicepresidente segundo, Pedro Solbes, quien confirmó que la compensación a las comunidades se hará en el marco de la revisión del sistema de financiación autonómica.
En una jornada organizada por The Economist, Zapatero anunció la supresión del impuesto sobre el patrimonio como una de las primeras medidas que tomará el PSOE si vuelve a gobernar tras las elecciones de marzo.
El presidente del Gobierno explicó que este tributo incide de forma "desigual" en el tratamiento fiscal, y recae ahora más sobre las clases medias que las altas, que tienen "mecanismos" para "eludir" su pago.
El anuncio de Zapatero fue recibido con ironía por parte del PP, que recordó que la propuesta de suprimir el impuesto la hizo el líder de la oposición, Mariano Rajoy, el pasado 7 de julio.
Rajoy dijo que se alegra de que el presidente del Gobierno "dé muestras de sentido común" con esta propuesta que, según recordó, ya hizo él el pasado mes de julio.
En el lado contrario a la supresión se situó el portavoz de IU-ICV en el Congreso, Gáspar Llamazares, quien señaló que la medida supone un "escándalo" político y social y un "derechazo" irresponsable, pues "rebajar el impuesto de los ricos es claramente de derechas".
También CiU criticó el anuncio de Zapatero que calificó de "electoralista", mientras que ERC, pese a estar de acuerdo en eliminar ese tributo, exigió que se compense a Cataluña por la pérdida de ingresos.
Comisiones Obreras se unió a la critica de los partidos políticos y consideró "pésima" la supresión de un impuesto que presta una información "muy valiosa" a la Agencia Tributaria y que centra su recaudación en rentas elevadas.
UGT también se mostró contraria a la medida, y consideró que mantener este tributo sería positivo porque "da transparencia" al sistema fiscal al evitar el fraude y sus ingresos revierten en el conjunto de la sociedad.
Desde las comunidades autónomas, el vicepresidente aragonés, José Angel Biel, valoró el compromiso de suprimir el tributo aunque puntualizó que no le gusta que el Gobierno central legisle sobre impuestos de competencia regional.
Por su parte, el consejero de Economía asturiano, Jaime Rabanal, consideró que por "respeto a la lealtad fiscal" el Estado debe compensar a las comunidades.
Creado en 1977, el impuesto sobre el patrimonio nació como un tributo de carácter extraordinario, excepcional y transitorio, aunque ha permanecido desde entonces.
Se trata de un tributo anual y complementario del IRPF que grava la propiedad o posesión de patrimonio y recae sobre su valor neto (bienes y derechos menos deudas).
Están sujetos a declararlo los contribuyentes cuya base imponible determinada con las normas del impuesto sea superior a 108.182,18 euros, o cuando el valor de los bienes y derechos exceda de 601.012,1 euros.
Según los últimos datos disponibles, de 2005, ese año únicamente declararon por este impuesto 957.503 contribuyentes, de los que 941.101 tuvieron que pagar por él.
En la UE actualmente sólo mantienen el impuesto de patrimonio Francia y Suecia, y en ambos casos aplican ya medidas para reducirlo progresivamente hasta su supresión. Finlandia y Luxemburgo lo suprimieron hace poco. EFECOM
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