
El PSOE y el PP han unido sus voces para impedir que el Congreso tramite una proposición de ley de Esquerra Republicana que pretendía impedir que los expresidentes del Gobierno, el Congreso y el Senado puedan cobrar pensiones vitalicias percibiendo a la vez otra retribución pública o un sueldo proveniente del sector privado.
El pasado mes de enero, tras los fichajes de los expresidentes del Ejecutivo, Felipe González y José María Aznar, por sendas empresas del sector energético español, PSOE y PP ya unieron sus votos para rechazar dos proposiciones no de ley de UPyD y de IU-ICV de contenido muy similar a la que se sometió a votación este martes.
En concreto, como se ha encargado de explicar su portavoz, Joan Ridao, los republicanos proponían que los expresidentes del Gobierno, el Congreso y el Senado puedan percibir durante un período equivalente a la mitad del tiempo que hayan ejercido el cargo, y como mínimo durante una legislatura, una asignación mensual equivalente al 80% de la retribución mensual correspondiente al cargo que han ejercido.
Propuesta ejemplarizante
Respecto a la pensión vitalicia que podrían cobrar una vez que alcancen la edad de jubilación, ERC planteaba que fuera del 60% del sueldo previsto para el cargo ejercido por el beneficiario y que ni la pensión ni la indemnización pudieran compatibilizarse con otro sueldo público o con ingresos provenientes del sector privado
En su intervención, Ridao coincidió con la diputada de UPyD, Rosa Díez, en recordar que las leyes en las que se basa el Estatuto de los Expresidentes son preconstitucionales y defendió su iniciativa como una propuesta "higiénica y ejemplarizante" en unos momentos en los que, muchas veces "injustamente", se acusa a los políticos de padecer el "síndrome de la clase preferente" y de disfrutar de determinados privilegios.
"En este contexto de descrédito hace falta más política y también buenos políticos sin patente de corso. Lo están pidiendo los acampados y una mayoría silenciosa también", apuntó Ridao.
Sí a las pensiones, pero limitadas
Todos los grupos han defendido que los expresidentes sigan percibiendo unas cantidades que les permitan "vivir con dignidad" y disfrutando de unas "prerrogativas acordes con el cargo que ostentaron", pero sólo los minoritarios se han mostrado a favor de que esas retribuciones sean incompatibles con otros ingresos provenientes del sector privado.
Durante el debate fueron constantes las menciones a los ex presidentes del Gobierno, José María Aznar, --que es consejero de News Corporation, el grupo de comunicación de Rupert Mudorch y asesor externo de Endesa-- y a Felipe González, que a principios de año fue fichado por Gas Natural-Fenosa.
Ambos reciben, según han recalcado distintos portavoces, entre 100.000 y 200.000 euros al año por esos puestos, cantidades que suman a sus pensiones vitalicias, lo que para el representante del BNG, Francisco Jorquera, no es "tolerable ni presentable".