Economía

¿Debo comprar bonos catalanes al 6%?

La Generalitat se está planteando el lanzamiento de una emisión de 'bonos patrióticos' a tres años y con una retribución para el ahorrador del 6%. La oferta se sitúa en la cúspide de las inversiones de ahorro a plazo fijo, sobre todo a hora que el Gobierno ha limitado las retribuciones de estos productos bancarios, pero también genera algunas dudas.

La Generalitat catalana ha consultado a diferentes cajas y bancos la posibilidad de realizar una nueva emisión de bonos patrióticos a la vuelta del verano. Según han confirmado fuentes financieras a elEconomista, la intención del Gobierno catalán es lanzar una emisión de alrededor de 3.000 millones de euros a tres años, con un tipo de interés para el ahorrador del 6 por ciento.

Aunque todavía no está confirmado que la emisión salga adelante, el alto tipo de interés que ofrece convierte a estos bonos en una muy buena opción de ahorro para los inversores que buscan una inversión sin riesgo y con alta remuneración. El 6 por ciento de interés anual se sitúa en la cúspide de las retribuciones que ofrecen bancos y cajas al ahorrador particular. Las ofertas más cercanas serían el 4,8 por ciento que ofrece Banco Espírito Santo a dos años o el 4,51 por ciento que anuncia Unicaja en un depósito a plazo fijo a tres años.

De hecho, los bancos españoles no podrían competir de ninguna manera con la rentabilidad que estudia ofrecer la Generalitat. Recientemente, el Gobierno ha aprobado una ley que limita el pago de intereses bancarios al euribor más un 1 por ciento, lo que, tras la subida de tipos que se ha producido esta semana en Europa, sitúa las retribuciones de las operaciones a plazo fijo entre el 3,5 y el 4 por ciento como máximo. Sólo los bancos que actúan como sucursales en España (Banco Espírito Santo o ING) pueden escapar a esa limitación.

Sin embargo, también existen algunos riesgos para el ahorrador que compre estos bonos. El primero a tener en cuenta es el plazo de la emisión: 36 meses. Durante tres años, el ahorrador deberá tener inmovilizado su dinero a cambio de una rentabilidad que ahora es muy alta, pero que en función de la futura evolución de los tipos de interés (con tendencia al alza) podrían no serlo tanto.

El segundo riesgo se refiere a la confianza que generan los bonos patrióticos. Si salen adelante, la mayor parte de la nueva emisión al 6 por ciento se destinará a amortizar los bonos que emitió el Gobierno que presidía José Montilla a principios de noviembre de 2010. En aquel momento, bajo el mandato de Antoni Castells como consejero de Economía, la Generalitat se quedó sin financiación y desempolvó la emisión de bonos a particulares, una fórmula que no se había utilizado desde la crisis de los 80. El Tripartito acabó emitiendo 3.150 millones en bonos a un año con un tipo del 4,75 por ciento.

Ahora, para amortizar aquella primera emisión de bonos, la Generalitat, presidida en estos momentos por Artur Mas (CiU), debe realizar una nueva con un tipo más elevado (un 26 por ciento más). ¿Hasta qué punto no estamos ante una bola de nieve que cada vez se hace mayor? ¿Cómo se devolverá el dinero de los bonos dentro de tres años?

El consejero de Economía, Andreu Mas Colell, ya ha indicado en diversas intervenciones públicas su intención de convertir deuda a un año en pasivos a un mayor plazo, lo que permitiría a la Generalitat un calendario de vencimientos más tranquilo y un mayor margen de maniobra para refinanciarse. Según sus cálculos, dentro de tres años, la actividad económica ya se habrá recuperado y los ingresos fiscales de la Generalitat también lo habrán hecho, lo que, unido a un programa de recorte del gasto y del déficit público, permitirá que la bola deje de hacerse más grande y la deuda autónomica pueda empezar a recortarse.

Las necesidades financieras del Gobierno de Artur Mas para este año 2011 ascienden a 10.115 millones y, por el momento, sólo están cubiertos unos 4.500 millones, por lo que hasta final de año todavía quedan otros 5.600 millones por colocar. El consejero de Economía ha reactivado estas semanas las presentaciones entre inversores europeos para sondear el mercado y ver la posibilidad de realizar alguna nueva emisión de deuda. Las emisiones en el extranjero están paralizadas desde junio de 2010. Desde entonces, además de los bonos patrióticos, la Generalitat sólo ha cerrado dos préstamos con CatalunyaCaixa y Banco Santander y ha colocado una emisión de 400 millones en el mercado nacional. El precio de estas operaciones fue de entre el 5,37 y el 5,7 por ciento.

Si la emisión catalana sale adelante, otras comunidades autónomas intentarán hacer lo mismo. De hecho, la Junta de Castilla y León también pagará más de un 6 por ciento por su última emisión de obligaciones segregables a cinco años por importe de 36 millones. El interés durante el primer año será del 6,153 por ciento, aunque para los siguientes periodos será variable y referenciado a la rentabilidad genérica de los Bonos del Estado a cinco años más un 1,5 por ciento.

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