
El presidente Barack Obama ha admitido este viernes que el alza del desempleo en junio muestra que Estados Unidos tiene "todavía mucho camino por recorrer" a fin de reactivar el mercado laboral.
En su opinión, "los datos de empleo difundidos hoy por el Departamento de Trabajo confirman lo que la mayoría de los estadounidenses ya sabía. Tenemos todavía mucho camino por recorrer a fin de ofrecer a la gente la seguridad y las oportunidades que merecen".
Así se ha manifestado el mandatario durante una comparecencia pública, poco después de conocer que la tasa de paro de EEUU escaló en junio hasta el 9,2%. Durante el mes pasado se crearon tan sólo 18.000 puestos de trabajo, el pero nivel de los últimos meses y lejos de los 105.000 empleos que, de media, habían previsto los analistas consultados por Bloomberg.
Para impulsar la economía, se necesita "un plan de reducción del déficit equilibrado que permita al Estado continuar sosteniendo la reactivación", ha señalado Obama.
El presidente ha instado a los legisladores a resolver la potencial crisis de deuda de EEUU y a tomar más medidas para que los estadounidenses que no tienen trabajo puedan insertarse de nuevo en el mercado laboral. En este sentido, ha hecho un nuevo llamamiento para incrementar la inversión en proyectos de infraestructuras como carreteras, ferrocarriles y puentes para ayudar al más de un millón de trabajadores que no tienen empleo. En cualquier caso, ha reiterado que los problemas de la economía "no van a resolverse de inmediato".
"Hemos creado más de dos millones de empleos en el sector privado en estos 16 meses, pero la recesión nos ha costado más de ocho millones", ha recordado Obama en un discurso pronunciado en el jardín de las rosas de la Casa Blanca. "Eso quiere decir que seguimos teniendo una enorme brecha a superar".
"Vientos en contra"
Obama estima que el mercado laboral debe enfrentar "vientos en contra" como "los problemas (de deuda) en Grecia y en Europa, así como la incertidumbre sobre la cuestión del incremento del límite de la deuda aquí en Estados Unidos".
El mandatario, comprometido en arduas negociaciones con el Congreso parcialmente controlado por sus adversarios republicanos, estima que el poder político tiene a su disposición instrumentos para "multiplicar esfuerzos en favor de los estadounidenses".
Obama ha aludido tanto a la necesidad de reactivar los grandes trabajos de infraestructura, como a simplificar los trámites administrativos, ratificar tratados de libre comercio, asuntos que el Congreso debe resolver, en su opinión.
"Todas estas (medidas) podrían ser aprobadas inmediatamente. Exhorto al Congreso a no esperar", ha declarado.
El presidente debe reunirse el domingo con los líderes demócratas y republicanos del Congreso para evaluar la marcha de las negociaciones para elevar el techo de la deuda federal y recortar los déficits, a fin de evitar una cesación de pagos de Estados Unidos antes del 2 de agosto, fecha en la que el país ya no sería capaz de pagar sus deudas, según el departamento del Tesoro.