
El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn ha sido puesto en libertad este viernes por un tribunal de Nueva York ante el que ha comparecido en el marco de la denuncia presentada en su contra por abusos sexuales por una empleada de un hotel de esta ciudad el pasado mes de mayo. Strauss-Kahn se encontraba actualmente bajo arresto domiciliario.
La decisión del juez llega tras conocerse nuevas pruebas que afectan a la credibilidad de la presunta víctima, según informan fuentes cercanas al caso. Minutos antes, la Fiscalía había llegado a un acuerdo para pedir la libertad del ex director gerente del FMI.
El juez Michael Obus ha levantado el arresto domiciliario a Strauss-Kahn. No obstante, ha advertido de que el proceso por delitos sexuales contra él "no está cerrado", por lo que ha ordenado que vuelva a comparecer el próximo 18 de julio. A tal efecto, se ha ordenado que se retenga su pasaporte para que no pueda salir del país.
Obus ha decretado, además, que se devuelva al dirigente del FMI la fianza de un millón de dólares -y cinco en avales- que depositó en su momento.
Tras conocer la noticia, los abogados de Strauss-Kahn han adelantado que pedirán la retirada de todos los cargos y han insistido en que su cliente es inocente y nunca ha cambiado su versión de los hechos.
Ayer jueves The New York Times adelantó, citando a fuentes cercanas al caso, que el proceso contra Strauss-Kahn estába a punto de caerse en medio de sospechas sobre la credibilidad de la presunta víctima.
Según dos fuentes consultadas por el diario neoyorquino, la mujer tuvo una conversación telefónica con un hombre encarcelado el mismo día de su encuentro con Strauss-Kahn en la que habló sobre los posibles beneficios de presentar cargos contra él. La conversación está grabada, según el diario.
Ante este hecho, la Fiscalía puso en duda las acusaciones de la empleada. En cualquier caso, se ha comprometido a mantener los cargos y ha asegurado que existen pruebas forenses que corroboran que hubo un encuentro sexual entre el ex director del FMI y la empleada en la suite del hotel en la que éste se encontraba alojado el pasado 14 de mayo, cuando se produjeron los hechos.