
Bruselas muestra cautela antes de cantar victoria. El Parlamento griego aprobó ayer los recortes exigidos pero hoy debe votar las leyes con las que implementará el duro plan de ajuste. No debería haber problemas para que las leyes salgan adelante, pero Atenas se ha convertido en un polvorín por las violentas protestas y los enfrentamientos de la policía y los manifestantes.
En su intervención ante la Cámara, el primer ministro heleno, Giorgios Papandreu, aseguró que tenían que hacer "cualquier cosa para evitar que el país colapse", insistiendo en que se quedarían sin dinero incluso para pagar las pensiones y los sueldos de los funcionarios -y por supuesto, no podrían pagar los intereses de su deuda en julio y agosto- si no aprobaban las medidas de ajuste.
En total, el plan de rescate obtuvo el respaldo de 155 diputados, mientras que 138 votaron en contra y el resto se abstuvieron. Al final, los diversos miembros del Partido Socialista que en las últimas jornadas habían amenazado con votar en contra de las medidas de ajuste se echaron atrás, haciendo válido el trabajo del ministro de Finanzas, Angelos Venizelos, cuya principal misión era mantener cohesionada la formación socialista.
Segunda votación crucial
Solo uno votó en contra, pero se compensó con el voto a favor de una diputada de los conservadores de Nueva Democracia, Elsa Papadimitriu, que, de hecho, anunció posteriormente que abandonaba la formación conservadora, y se establece como independiente en el Parlamento.
Tras superar este primer trámite, el Parlamento debe ahora aprobar la ley de aplicación de las medidas de recorte, una votación que se llevará a cabo a lo largo del día de hoy. De esta manera, Grecia se asegurará recibir el quinto tramo de la ayuda supranacional y evitará la quiebra. Además, abre la puerta a un segundo plan de rescate de la UE, el FMI y el BCE, con el respaldo de los acreedores privados.
Sin embargo, esta segunda ayuda -que supone más dinero y una reestructuración ordenada- provocará seguramente el planteamiento de nuevos ajustes desde Bruselas.
Protestas en las calles
El problema, en este caso, es que la ciudadanía griega no deja mucho margen. De hecho, la violencia se apoderó de las calles de Atenas desde antes de que se produjese la votación. Grupos de encapuchados se enfrentaron con violencia durante horas a los antidisturbios en la plaza Sintagma, frente al Parlamento. Únicamente se tomaron un respiro de media hora durante la votación en la Cámara -prevista para la una de la tarde, pero que llegó con casi dos horas de retraso, como acostumbran los diputados griegos-.
De hecho, la batalla campal que se vivió en la capital del país provocó decenas de heridos, tanto en las filas de los manifestantes como en la de las Fuerzas de Seguridad del Estado. La mayoría de heridos se produjeron por las dificultades para respirar en toda la plaza, debido a la cantidad de gases lacrimógenos que lanzaron los antidisturbios. Los protestantes, equipados con mascarillas para intentar mitigar los efectos de los gases, respondieron lanzando piedras y adoquines.
Asimismo, los manifestantes se colaron en la sede del Partido Socialista Griego y también en una sucursal bancaria. En la misma línea, un grupo de unos 30 jóvenes prendió fuego a la fachada de Eurobank en la plaza Sintagma, según testigos. Los manifestantes también se colaron en las sedes socialistas en el puerto de Creta y en Iraklis, donde se produjeron importantes destrozos, aunque no se lamentó ningún daño personal.
Al final de la jornada, el portavoz de la policía anunció que se produjeron un total de 29 detenciones, y confirmó que hasta 30 agentes habían resultado heridos. El mismo portavoz dijo desconocer el número de manifestantes heridos.
Sin embargo, unas 500 personas fueron atendidas de urgencia en una posta sanitaria situada en la parada del metro de la plaza Sintagma. La mayoría presentaba crisis respiratoria, aunque también se atendió a personas por contusiones, y 30 requirieron su traslado a un hospital. Entre las filas de los políticas sólo hubo que lamentar un herido: un diputado socialista que fue alcanzado por un objeto lanzado por los manifestantes.
Una vez finalizada la huelga general, habrá que ver cómo reacciona la población ante la aprobación de los nuevos recortes, a la espera de que los ministros de Finanzas de la UE se reúnan el domingo y tomen una decisión sobre Grecia.