
La Comisión Europea (CE) ha decidido hoy proponer la introducción de una tasa sobre las transacciones financieras para alimentar el presupuesto europeo a partir de 2013 y reducir así la dependencia de las aportaciones que hacen los estados miembros de la UE, según confirmaron fuentes comunitarias.
Asimismo, ha propuesto crear un nuevo IVA comunitario para financiar el presupuesto de la UE del periodo 2014-2020 y reducir así las contribuciones directas de los Estados miembros.
En la actualidad, casi dos tercios del presupuesto de la UE se financian con aportaciones de los Estados miembros. El resto proviene de aranceles de productos importados desde fuera de la UE y de un tramo de IVA. Bruselas considera que este sistema es inadecuado y dificulta las negociaciones entre los Gobiernos, que buscan minimizar su aportación neta.
La iniciativa para aumentar los recursos propios de la UE, que debe ser aprobada por unanimidad por los Veintisiete, chocará previsiblemente con la oposición de Estados miembros como Reino Unido o Alemania, que rechazan la creación de impuestos europeos.
Reino Unido, Alemania y Francia también habían exigido al Ejecutivo comunitario que congelara el presupuesto de la UE de aquí a 2020 en línea con las medidas de austeridad adoptadas por la mayoría de Estados miembros para hacer frente a la crisis. En cambio, la Eurocámara, que también es autoridad presupuestaria, ha pedido un aumento de al menos el 5% hasta los 1,025 billones de euros.
Desde el estallido de la crisis financiera, la idea de imponer una tasa sobre las transacciones financieras ha estado sobre la mesa en distintos foros internacionales como el G-20, pero no ha logrado reunir apoyo suficiente. Esta tasa podría aportar hasta 50.000 millones de euros (unos 72.000 millones de dólares) al año.
Ante esa falta de consenso internacional, varios países europeos han advertido de que un avance unilateral de la UE en este sentido podría fomentar una huida de capitales, lo que no impidió que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, adelantara recientemente su intención de presentar una propuesta en este sentido.
La novedad de hoy consiste en que Bruselas quiere destinar lo recaudado a las arcas del presupuesto europeo, para reducir la dependencia de las aportaciones de los estados miembros.