AMP.- El exconsejero catalán de Economía defiende su gestión y arremete contra Mas y Zapatero

El ex consejero socialista de Economía Antoni Castells ha hecho este martes una encendida defensa de la gestión del tripartito, arremetiendo contra el "falso" mensaje del Gobierno de Artur Mas al cuestionar la herencia recibida, y también contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por incumplir el acuerdo de financiación que cerró con Cataluña.

BARCELONA, 29 (EUROPA PRESS)

En una conferencia en el Círculo de Economía, Castells ha asegurado que, cuando Mas y su equipo cuestionan el estado de las finanzas que han heredado del tripartito, tienen un comportamiento "contrario a la realidad" e impropio de lo que debería ser un buen gobernante.

Tras dejar claro que no aspira a presentarse a nada y pese a la actitud del Gobierno catalán contra toda lo que huela a tripartito, ha tendido la mano al Ejecutivo a colaborar, ya que los recortes son necesarios y es necesario evitar cualquier tipo de "demagogia".

Castells ha reiterado que en ningún momento el tripartito quiso mentir u ocultar datos, y que si el déficit superó lo previsto fue por la fuerte caída de ingresos durante el segundo semestre de 2010: "No es cierto que el déficit sea causado por el descontrol en el gasto, sino por la recesión y la caída de los ingresos".

Prueba de que el tripartito no mintió es que, a los pocos días de alcanzar el Gobierno catalán, ya difundió los datos sobre las desviaciones, por lo que era una información disponible y a la que tuvo acceso sin ningún tipo de dificultades.

Castells ha lamentado que, desde el Gobierno catalán, "el mensaje básico que se ha querido transmitir es que Cataluña tiene una deuda desorbitante", y ha pronosticado que en otoño, cuando haya datos de las liquidaciones de las cuentas autonómicas en 2010, se demostrará que no es la comunidad peor gestionada.

"El déficit liquidado de 2010 será inferior al de 2009, por lo que la desviación que se habrá producido en el año 2010, de entre el 1,3 y el 1,4% del PIB, será muy similar" al desvío que se prevé en los presupuestos de 2011, en los que el déficit será del 2,66%, 1,3 puntos más de lo que exige el Gobierno central.

TIENDE LA MANO A CiU

"El consejero Andreu Mas-Colell sabe que tiene mi apoyo. De ninguna manera, pues, habrá demagogia en este punto", pese a la actitud que está teniendo el Gobierno catalán y CiU, que en opinión de Castells es más propia de un partido de oposición que de uno de gobierno por su obsesión en desmontar la herencia del tripartito.

"Ahora es la hora de la política. Todos juntos debemos hacer un esfuerzo para alcanzar acuerdos", ha asegurado Castells, que ha indicado que si la izquierda siguiese gobernando, igualmente los recortes se tendrían que hacer.

Ha recordado que ahora es necesaria una política de contención del gasto público "extremadamente difícil", que en su momento ya empezó a hacer el tripartito y que ahora debe seguir haciendo el Gobierno catalán.

Ha dejado bien claro que tras meses de silencio, con esta conferencia no quiere regresar a la vida política porque ni ha marchado, ni tampoco tiene aspiraciones a "ser candidato a nada", ni con su intervención ha querido ajustar cuentas.

Ante este contexto difícil es más necesaria que nunca la unidad, los grandes acuerdos, y tener una vocación institucional, lo que no ha tenido el Gobierno de Mas en estos seis primeros meses por una actitud basada en el "cainismo" y en hacer tabla rasa contra cualquier cosa relacionada con la izquierda, ha dicho.

Por ello, ha lamentado afirmaciones que durante este tiempo ha hecho el Gobierno catalán, como "decir que la caja estaba vacía, que no se podía pagar o que las finanzas de la Generalitat estaba en bancarrota".

Ha recordado que el PP en Castilla-La Mancha ha dicho lo mismo, pero en cambio en este caso han aparecido voces críticas y que pedían responsabilidad, algo que no ha ocurrido en el caso catalán ante el mensaje de artillería de CiU y el Gobierno catalán "que ha sobrepasado los límites de lo razonable" y podían llevar a Cataluña al borde del precipicio.