Economía.- Jáuregui ve "para tontos" proponer bajar impuestos en crisis

BARCELONA, 20 (EUROPA PRESS)

El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha considerado "para tontos" la propuesta de la derecha de bajar impuestos y más en tiempos de crisis, ha apostillado.

Tras pronunciar la conferencia 'Retos del Estado del Bienestar' en el Fòrum Social Pere Tarrés, Jáuregui ha tachado esta defensa de una "simplificación engañosa y las más grande de las mentiras", que a su vez no se pueden combatir en plena campaña electoral con verdad plena.

Preguntado por la necesidad de afrontar el déficit económico con un enfoque a buscar ingresos y no reducir gastos, Jáuregui ha lamentado que no sea posible este debate ahora, aunque ha descartado absolutamente el copago por romper la equidad y castigar a los humildes.

De hecho, ha señalado que la presión fiscal se acerca en España al 31% --frente al 37% de 2007--, mientras que en los países nórdicos se acerca al 50%.

Como propuesta plausible, ha defendido reformas de redistribución del sistema fiscal, refiriéndose a la necesidad de modificar el reparto de los impuestos que proceden en un 87% de los casos de la actividad laboral y de la compra directa, si bien sólo un 10% proceden de los beneficios de las empresas.

Otra de las propuestas que ha puesto encima de la mesa pasa por adquirir una visión supranacional para combatir el fraude y superar la descoordinación fiscal entre países, mediante la creación de figuras fiscales nuevas a nivel internacional.

En su exposición, el ministro ha defendido que los retos económicos son asignaturas que hay que aprobar de forma absolutamente necesaria para garantizar el Estado del Bienestar, que ha defendido como la "mejor de las ingenierías de la historia civilizada".

A su juicio, el saneamiento es necesario para garantizar el crecimiento de la economía y luchar contra el paro: "No somos revolucionarios, somos reformistas y ello implica aceptar el modelo económico, que tiene muchas perfecciones".

No obstante, ha admitido que las reformas son aburridas, difíciles de explicar pero imprescindibles porque existe una gran dependencia de los mercados.

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