Economía

Los nuevos equipos municipales ocupan sus cargos sin tener definida la financiación

Ruiz-Gallardón

Hay casi 29.000 millones de deuda global y una caída de ingresos.

Sábado 11 de junio, día de la constitución de los nuevos equipos municipales cuya composición los ciudadanos decidieron en las urnas el pasado 22 de mayo.

Salvo algún caso puntual -por ejemplo, Barcelona- a partir de hoy, los 65.159 nuevos concejales repartidos en 8.114 ayuntamientos ya pueden ejercer su labor.

Las celebraciones de las tomas de posesión de hoy dejarán paso a la amarga realidad en unos días: unos ayuntamientos fuertemente endeudados (28.851 millones de deuda global al cierre de 2010) sin salida a la vista. El problema de la deuda afecta a más del 60 por ciento de los municipios españoles.

La nueva legislatura se inaugura igual que terminó la anterior, es decir, sin una nueva ley de financiación local y, por lo tanto, sin solución de momento al problema de las competencias impropias. Cuando en 2009 se aprobó el nuevo sistema de financiación autonómica, el Gobierno se comprometió a redactar un proyecto similar para las entidades locales. La vicepresidencia tercera y Ministerio de Política Terruitorial, con Manuel Chaves al frente, era la encargada de llevar a término dicho proyecto. Pero "dadas las circunstancias actuales", en palabras del ministro hace dos años, el nuevo modelo de financiación se haría esperar hasta 2011. Ahora no tiene fecha.

El nuevo sistema o nueva Ley de Haciendas Locales, cuya última reforma se realizó en 2004, es urgente para los alcaldes. En primer lugar, porque así definiría qué competencias les corresponden. En la actualidad, los ayuntamientos, según datos de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) destinan el 26 por ciento de sus presupuestos, más de la cuarta parte, a las llamadas "competencias impropias" (sanidad, servicios sociales, cultura o protección civil) que deberían sufragar otras Administraciones.

Caída de ingresos

Los ingresos propios se han visto drásticamente mermados desde que empezó la crisis por la caída de la recaudación impositiva (un 20 por ciento de media) y de la cesión de suelo, uno de los ingresos fundamentales de los municipios que, de acuerdo con los datos del Ministerio de Economía en 2010, había caído más de un 36 por ciento.

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