MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, ha reconocido que la "impresión" para que la reforma de la negociación colectiva acabe siendo pactada por los sindicatos y los empresarios "no es buena", a pesar de que las partes han decidido prolongar los contactos para intentar salvar un acuerdo de última hora.
"No quieren acuerdo, (la CEOE) han asumido las peticiones de CEIM", enfatizó Ferrer en declaraciones a Europa Press, en alusión al endurecimiento de los planteamientos de la CEOE a raíz de las sugerencias de la patronal madrileña presidida por Arturo Fernández para encaminar la reforma.
Y es que para el 'número dos' de UGT, tras el encuentro de hoy la postura de la CEOE "no ha cambiado", después de que el acuerdo estuviera a punto de fructificar y a pesar de que los agentes sociales se han comprometido a intentar aproximar las posturas.
Ante un eventual decreto del Gobierno, que ha fijado el 10 de junio como fecha límite, Ferrer advirtió de que si las negociaciones derivan en un "fracaso" del diálogo a dos bandas cada uno "tendrá que asumir su parte de culpa". En este sentido, apuntó directamente a CEIM: "La patronal madrileña impone su postura, no quiere negociar", lamentó.
Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, finalizaron la reunión de esta mañana para tratar de salvar la reforma de la negociación colectiva con el compromiso de seguir intentándolo en los próximos días, con lo que "no se ha roto" el proceso de negociación.
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