
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha avanzado que si el Gobierno se viese obligado a legislar sobre negociación colectiva, no aceptará la postura que pretende la CEOE de que los convenios que expiren sean suspendidos en vez de prorrogarse hasta la firma de uno nuevo, como se hace hasta ahora.
En respuesta a una pregunta de CiU en el Senado, Gómez aseguró enérgico que, en sustitución de la actual ultractividad de los convenios, "no puede solucionarse pura y llanamente (un bloqueo en la negociación) haciéndolo decaer" y aseguró que "siempre y en todo momento tiene que haber cobertura" para los trabajadores.
En todo caso, apostó por que, en el caso de que las partes no se pongan de acuerdo, entren en funcionamiento mecanismos de arbitraje "rápidos y eficientes", algo en lo que cree que existen "avances importantes" en las negociaciones entre patronal y sindicatos.
Además, Gómez afirmó que otros de los "principios" que inspirarán al Gobierno si tiene que legislar y en los que también constató un principio de acuerdo son los de dar más peso a los convenios sectoriales y de empresa y la "eliminación" de los provinciales.
Asimismo, apostó por incrementar la "flexibilidad interna" de las empresas "primando el acuerdo", y en su defecto la mediación y arbitraje, el gran objeto de la política laboral, de forma que se modifiquen más fácilmente las condiciones de trabajo.
Otra oportunidad el jueves
Con todo, en declaraciones a los medios, el titular de Trabajo avanzó que patronal y sindicatos volverán a reunirse el próximo jueves, después de que mañana se celebre la Junta Directiva de la CEOE, y aseguró que se están "en los últimos días de la negociación".
Así pues, "el desenlace está muy próximo" y podría plasmarse "en los próximos días", según Gómez, quien ha vuelto a insistir en que patronal y sindicatos "deben agotar al máximo los esfuerzos" para alcanzar un pacto. "Debemos lograrlo, esa es la intención del Gobierno", apostilló.