MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El profesor de la Facultad de Derecho de la escuela de negocios ESADE Joan Coscubiela ha afirmado que la propuesta de la canciller alemana, Angela Merkel, de avanzar en la convergencia de jubilaciones y vacaciones en la UE, está realizada desde el "desconocimiento" de los datos de España y desde los "estereotipos fáciles".
En su opinión, a efectos de competitividad, lo determinante son los niveles de productividad de las empresas y éstos dependen de factores diversos, como los costes laborales, los niveles de innovación y las capacidades organizativas de las empresas, entre otros.
Además, hace referencia a los datos recientemente publicados por la OCDE donde demuestra que España es uno de los países donde se trabajan más horas en cómputo anual, mientras que los trabajadores alemanes de media trabajan menos horas que los españoles, lo que no impide que Alemania tenga en términos medios un mayor nivel de productividad.
IMPOSIBLE UNA HOMOGENEIZACION TOTAL.
Por otra parte, Coscubiela afirma que la armonización no significa necesariamente homogeneización, y añade que es "imposible" porque los propios procesos de configuración de los sistemas de relaciones laborales y de protección social corresponden a evoluciones históricas muy distintas.
Respecto a la edad de jubilación, el profesor de ESADE recuerda que en estos momentos existe un proyecto de reforma de la Seguridad Social en España que va a situar la jubilación (que se retrasa hasta los 67 años) en unos parámetros "perfectamente comparables con los alemanes".
En concreto, indica que la edad de jubilación media en el sistema español de Seguridad Social era en 2001 de 60,3 años y en Alemania, 60,6. En el año 2008, en Alemania la edad media de jubilación era de 61,7 y la de España de 62,6, según datos de la UE.
Por último, en cuanto a la información de gasto en pensiones publicada en el último estudio de la UE en 2007, el profesor apunta que España dedica a pensiones el 9% del PIB, el porcentaje más bajo de la última década, que está por debajo de la media de la UE y también del gasto de Alemania, que supera el 11% del PIB.