
Madrid, 16 may (EFE).- Los bomberos acampados en el paseo del Prado confían "en la buena fe" del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, para solucionar la "penosa" situación del servicio de extinción de incendios de la capital, pero aseguran que no se quedarán sin imaginación para organizar nuevas movilizaciones.
En una improvisada sala de prensa en el campamento que montaron hace 24 horas en el bulevar del paseo del Prado, entre la plaza de Neptuno y el Ministerio de Sanidad, el portavoz de CCOO en Bomberos, Oscar Pascual, ha insistido hoy en que la falta de personal y de medios materiales ha tornado la situación en "insostenible" y está dejando a los madrileños sin la seguridad mínima necesaria.
Apoyado en gráficos y cuadros con "datos del propio Ayuntamiento", el sindicalista ha hecho una comparativa de la gestión y la "inversión real" que el actual regidor y su antecesor, Jose María Álvarez del Manzano, han hecho en el cuerpo.
Las cifras, según Pascual, no dejan lugar a dudas: "Con Manzano se gastaron 10 millones de euros en vehículos e infraestructuras frente a 1,8 millones de Ruiz-Gallardón" lo que ha conllevado una "precariedad" del servicio.
A las escalas anticuadas y a las dependencias municipales "con cucarachas, ratas y humedades", se ha sumado en los últimos meses el retraso en el pago de unos trabajos de prevención (revisión de calles, inspección de edificios singulares o proyectos para el túnel de la M-30) que los bomberos realizaron en el segundo semestre de 2010.
"Nosotros hicimos el trabajo pero al concejal de Hacienda (Juan Bravo) se le ha olvidado pagarnos", ha dicho el sindicalista, que ha cifrado en 320 euros el dinero que el Ayuntamiento adeuda a cada uno de estos profesionales, lo que le ha llevado a plantearse si se trata de "una provocación" o de "un castigo" al cuerpo "mejor valorado" por los ciudadanos.
Apelando al "bien de los madrileños y de los bomberos", el portavoz de CCOO ha pedido a Ruiz-Gallardón que se siente a negociar y "resuelva esta situación" pues cada vez son mayores las sospechas de que hay "intenciones políticas" para no alcanzar un acuerdo.
A la espera de algún movimiento, los bomberos -unos 500 según sus cálculos- han hecho del bulevar del paseo del Prado su casa.
A la sombra de árboles centenarios y en tiendas de campaña pasan las horas que no están de servicio, atienden a los medios de comunicación y piden la colaboración de los ciudadanos para que estampen su firma en una hoja en la que se puede leer: "En solidaridad con mis bomberos".
El campamento está "adornado" con numerosos carteles alusivos a "los 1.525 asesores que sirven a Gallardón" frente a los "200 bomberos diarios para todo Madrid", así como al sentimiento que les invade como "víctimas del derroche y la ambición" del alcalde de la capital.
En los parques o de acampada, los profesionales han asegurado que seguirán estando donde el pueblo de Madrid los necesite y no donde el alcalde quiera que estén: "Si lo de Lorca hubiera ocurrido aquí, los bomberos habríamos perdido el culo para ayudar a los madrileños", ha dicho Pascual tras recordar la actuación de estos profesionales en los atentados del 11-M, en el incendio del Windsor o en el accidente de un avión de Spanair en Barajas.
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