El arresto el sábado en Nueva York del director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn, acusado de agresión sexual, podría frustrar la carrera hacia el Elíseo del candidato socialista favorito de los franceses en los sondeos para enfrentarse a Nicolas Sarkozy en 2012. Sus rivales le ven "desacreditado"
El anuncio por parte del New York Times de la detención del director del FMI puede tener el efecto de una bomba en la campaña presidencial francesa, empezando por el Partido Socialista, ya que Strauss-Kahn es, según las encuestas, el candidato del PS favorito para 2012.
Pero también, a nivel general, sobre la esfera política francesa, puesto que todos los recientes sondeos de opinión le daban como ganador frente al presidente de derecha Nicolas Sarkozy, que probablemente se vuelva a presentar el año que viene.
Desde su estancia en París a finales de abril, Strauss-Kahn es blanco de duras críticas de la prensa sobre su estilo de vida y su patrimonio familiar. Una foto en la que aparece en un Porsche frente a su casa de París, en la histórica Place des Vosges, fue vista como un error de comunicación: sus allegados lo consideran una "torpeza" y sus adversarios un paso en falso.
El viernes Strauss-Kahn decidió contraatacar y anunció, a través de sus abogados, que iba a denunciar ante la justicia al diario France Soir.
Sus seguidores ven detrás de esta campaña de prensa al presidente Sarkozy.
Nuevo escándalo sexual
Con su detención, el sábado en Nueva York, por una presunta agresión sexual contra una empleada de hotel, la situación se complica seriamente para él. En 2008, el FMI había ordenado ya una investigación sobre él a raíz de una relación extramarital con una ex responsable del departamento de África, la economista húngara Piroska Nagy.
Strauss-Kahn fue absuelto en la investigación interna, pero el FMI criticó su "grave error de juicio".
Su esposa, Anne Sinclair, ex periodista estrella de la televisión francesa, fue su más firme apoyo, al "pasar página" ante esa "aventura de una noche".
Dudas en el socialismo francés
Obligado a un estricto deber de confidencialidad por sus funciones en el FMI, Strauss-Kahn se ha mantenido en silencio sobre sus intenciones para las primarias socialistas, pero ninguno de sus amigos dudaba sobre su participación en las mismas, pasada la cumbre del G-8 en Deauville, a fines de mayo, y el nuevo plan de rescate para Grecia.
Con este nuevo escándalo surge la duda, ya que la primera secretaria del PS, Martine Aubry, y Strauss-Kahn, habían acordado que no se enfrentarían uno contra el otro en las primarias y que juntos verían quién era el mejor situado para defender los colores del partido en función de la situación política.
En el contexto actual, las posibilidades de que Aubry, alcaldesa de la ciudad de Lille, sea candidata aumentan, pero ella no está sola. También se perfila el ex secretario general del PS François Hollande, que ya declaró su candidatura, sin olvidar a la ex candidata presidencial Segolene Royal.
El debilitamiento de Strauss-Kahn beneficia por lo demás al campo presidencial, ya que muchos de los dirigentes del UMP lo consideraban como el rival más temible, al punto que veían a Sarkozy como el contrincante frente al "super favorito" socialista.
Desde 2008 y la aventura extraconyugal de Strauss-Kahn, la derecha francesa sostiene que el lado seductor del jefe del FMI era su talón de Aquiles.
El FMI podría quedar descabezado
