
¿A qué podrá agarrarse el Gobierno que resulte elegido en las próximas elecciones generales si necesita liquidez urgente? El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero está reduciendo déficit a base de privatizar las últimas joyas de la corona y sacar parte del accionariado de empresas públicas a bolsa.
Pero pretende hacerlo en un tiempo récord, de menos de un año, lo que, según los expertos, supondrá no sólo mal vender, sino también reducir el margen de maniobra a la próxima Administración. El objetivo es evitar nuevos ajustes ahora que se acercan las elecciones.
La colocación de un 30 por ciento de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) en el parqué, la privatización del 49 por ciento de Aena y la entrada de la gestión privada en los aeropuertos de El Prat (Barcelona) y Barajas (Madrid), a los que podrían seguir otros, son, sin duda, el mejor ejemplo. Loterías saldrá a bolsa en octubre, como parte del proceso de privatización que afectará al 30 por ciento de la sociedad, con una valoración superior a los 21.000millones, según confirmó el pasadomes de abril su presidente, Aurelio Martínez.
Más difícil parece la privatización prevista del 49 por ciento de Aena. La primera valoración del Estado se eleva a 30.000millones de euros, pero de ahí, 12.000 millones son deuda. La gran incógnita está en saber si el potencial comprador tendrá que asumir también la mitad de este pasivo. De un modo u otro, llevar a cabo la operación en esta legislatura es muy complicado. En círculos políticos se dice incluso que el Gobierno podría esperar hasta el último momento y utilizarlo como arma de negociación con los nacionalistas catalanes.
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