Economía

Los inversores ponen un suspenso a la primera parada del road show de Blanco

El ministro de Fomento, José Blanco. Foto: Archivo

La pasada semana, el ministro de Fomento, José Blanco, puso rumbo a Reino Unido con un objetivo muy claro: convencer a los inversores británicos de que el ladrillo español es una apuesta de éxito garantizado. Sin embargo, a tenor de lo que indican diversos medios, el mensaje no ha calado como se esperaba.

Con su visita, el titular de Fomento quería transmitir una serie de conceptos claros en torno al contexto inmobiliario español y alejar los fantasmas que rodean al sector, que no consigue levantar cabeza.

Datos poco fiables

Así, en la presentación que el ministro mostró a los británicos para animarles a entrar en el mercado español se destacaba la importante bajada de precios que se ha registrado en los últimos años y la corrección que ya se está comenzando a experimentar. También se hace hincapié en otra serie de "ventajas competitivas" inherentes a España como el importante excedente de inmuebles, la cercanía geográfica, el buen clima o la calidad de vida.

Sin embargo, la percepción de inversores, tanto particulares como institucionales, y medios ante la estrategia desplegada ha sido negativa. En la publicación estadounidense Business Insider califican las palabras de Blanco de mera "charla comercial" para vender un escenario que no es tan idílico como se pretende hacer ver y comparan la maniobra con la que puso en marcha Elena Salgado puso en marcha poco antes para difundir las bondades de la deuda española.

Para corroborarlo, el Financial Times utiliza un informe de Barclays en el que se analiza, desde una perspectiva distinta a la de Fomento, la situación actual del mercado inmobiliario español. En él que se cuestiona, por ejemplo, el cálculo de stock disponible que Blanco expone en su presentación, 700.000 viviendas, el cual es menor del que hay en realidad, según indica la entidad citando diversos análisis.

¿Seguridad o insulto?

Uno de los puntos que ha sido especialmente criticado es el de la transparencia y seguridad del marco jurídico que acompaña a las inversiones inmobiliarias de España. Fomento insiste en que garantiza el buen desarrollo de las operaciones y que, además, se han adoptado nuevas medidas para reforzar este campo.

Esta afirmación ha representado, para algunos británicos, un "insulto" por parte del Gobierno. Según recoge el diario británico The Guardian, esta ha sido la reacción de muchos ciudadanos del país anglosajón que se han visto "atrapados en dificultades legales relacionadas con la clasificación y la financiación de sus propiedades en las costas".

El rotativo añade que el malestar en cuanto a los obstáculos legales llega al punto de que uno de los representantes de los afectados, el europarlamentario laborista Michael Cashman, ha escrito a Moncloa reclamando que se resuelvan los problemas a los que están expuestos muchos particulares que se animaron a adquirir una vivienda en España. Cashman asegura a The Guardian que, hasta que esto no suceda, "no recomienda ninguna inversión" en nuestro país.

Así las cosas, el FT afirma directamente que "desafortunadamente para el ministro, la presentación parece no haber causado el efecto deseado". Queda por ver cómo cala el mensaje en el resto de destinos que Blanco tiene en la agenda de su road show -Francia, Alemania, Holanda, Suecia y Rusia-.

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