Girona, 18 abr (EFE).- La basura se acumula en las calles de Girona al cumplirse el octavo día de huelga de los empleados de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), concesionaria de la recogida selectiva, que reclaman una equiparación salarial con los de la otra concesionaria, Empresa Municipal de Servicios (Musersa).
Esta tarde está prevista una reunión entre los representantes de los huelguistas y FCC con la mediación de la Generalitat en la sede de la conselleria de Empresa y Ocupación.
El objetivo es cerrar un acuerdo que acabe con la huelga iniciada hace 8 días por los 27 trabajadores de FCC que reclaman que se equiparen sus salarios con los empleados de Musersa, que recogen el resto de la basuras de la ciudad y cobran 100 euros más al mes.
El secretario general de actividades diversas de CCOO en Girona, Xavier Vives, se ha mostrado confiado en que esta tarde las dos empresas adjudicatarias lleguen a un acuerdo y se pueda firmar el convenio.
La alcaldesa de Girona, Anna Pagans, ha calificado la huelga de "preventiva" y ha dicho que está fuera de lugar.
El problema se ha iniciado porque en la actualidad está en marcha un concurso para asumir toda la limpieza de la ciudad a partir del 2012, que asumirá una sola empresa con los trabajadores de las dos actuales que se reparten la concesión, y se equipararán los sueldos.
"Tengamos sentido común, sentémonos, mediemos ahora para acabar este conflicto y en el 2012 conjuntamente habrá una nueva empresa que queremos que agrupe los trabajadores y trabajadoras de las dos empresas actuales y que tengan exactamente las mismas condiciones", ha dicho Pagans.
En este sentido, Vives ha manifestado que "tenemos el escrito del ayuntamientos conforme entienden que tiene que haber equiparación, ahora falta que las empresas, en este caso FCC, nos lo ratifique, hemos pedido a las dos empresas que hoy vengan a la mediación, si las dos empresa ratifican lo que hablamos con el Ayuntamiento, por fin podremos desencallar este conflicto".
A pesar de los servicios mínimos, las basuras se acumulan al lado de los contenedores, y en lugares como la plaza Miquel Santaló y la de la Constitución, decenas de bolsas de basuras se amontonan a los lados de los contenedores.
Los efectos de la huelga se notan menos en el Barri Vell de la ciudad, ya que en otras zona mas alejadas del centro histórico y comercial, la imagen es mucha más preocupante, y más teniendo en cuenta las altas temperaturas.
Por su parte los restauradores, que están acumulando botellas de cristal y cartones en el interior de sus locales, están al límite de su capacidad.
Los hoteleros también han mostrado su preocupación por la imagen que está dando la ciudad y por las respuestas que tienen que dar a turistas que se extrañan de ver la suciedad amontonada en las calles.
Además, han mostrado su indignación porqué siempre se hagan coincidir las huelgas con periodos donde hay más turistas en la ciudad.
