
Casualidad, coincidencia, infortunio, desacierto o una simple ocurrencia más. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha admitido hoy que lleva dos años en los que no da "más que malas noticias" a los ciudadanos de su país, pero ha garantizado que "el barco va a seguir navegando, con fortaleza" porque, a su parecer España es "un poderoso transatlántico".
Como muchas otras, su declaración resulta poco acertada en un contexto económico como el actual. Pero adquiere todavía un tinte más grotesco si se tiene en cuenta que sus palabras han sido pronunciadas el mismo día en que se celebra el aniversario del hundimiento del Titanic.
El gran transatlántico se hundió sobre las 23.40 horas del día 14 de abril de 1912, cuatro días después de iniciar su travesía.
La mayoría de expertos y analistas, entre ellos la OCDE y la Comisión Europea descartan que el transatlántico español vaya a correr la misma suerte que el Titanic. Recientemente ambos organismos han aplaudido las reformas impulsadas por el Gobierno de Zapatero y han descartado que España vaya a necesitar un rescate, al descartar cualquier analogía con Portugal.
El jefe del Ejecutivo es consciente del difícil papel que le ha tocado desempeñar en estos dos últimos años, pidiendo esfuerzos y sacrificios a los ciudadanos, pero, aunque ha admitido que siguen las "dificultades", ha asegurado que "el barco va a seguir navegando con fortaleza".
"Estad tranquilos", ha dicho a la colectividad española residente en Singapur, con la que se ha reunido en el centro financiero de la ciudad tras compartir un desayuno de trabajo con los principales fondos de inversión públicos y privados del país.