Economía

Rosell poda la estructura de la CEOE: reducirá las comisiones de trabajo

El presidente de la CEOE, Joan Rosell. Foto: Archivo

Pasados los cien días de prueba que Joan Rosell se había dado para conocer bien los entramados internos de la CEOE, el patrón de patronos ha decidido dar cumplimiento a uno de sus principales compromisos en la campaña que le llevó a la máxima representación de los empresarios españoles: modernizar, de una vez por todas, laorganización.

El líder de la patronal está ultimando con su más directos colaboradores la reforma de la estructura y el aparato de la sede nacional, muchos de cuyos miembros se mantienen en los puestos directivos desde la primera etapa de José María Cuevas y, algunos, incluso heredados del mandato de Ferrer Salat. Bajo el principio de la austeridad, Rosell redujo de 21 a 9 -contando la vicepresidencia nata de Jesús Terciado, presidente de Cepyme-, el número de vicepresidencias de la organización.

Una decisión que rompía la tendencia a incrementar cargos y representaciones que había marcado la gestión de sus predecesores inmediatos, incluido Gerardo Díaz Ferrán. Pero los cambios no van a terminar ahí.

Con la premisa de inyectar sentido práctico al organismo, dinamizar la gestión y dotar de mayor operatividad a un organigrama anquilosado, Rosell pretende reducir el amplio organigrama de 19 comisiones y tres consejos, que conforman la rama técnica y de estudio de la CEOE, a un grupo más reducido que esté liderado por una o dos vicesecretarías generales, que dependerán jerárquicamente del secretario general, José María Lacasa que, de momento, permanecerá en su cargo.

Y es que Joan Rosell ha llegado a comentar a su gente de confianza de Foment delTreball queCEOE está llena de funcionarios. Así lo aseguran, en privado, algunos empresarios próximos al presidente, quienes no dudan en confirmar que su reto es cambiar "los funcionarios por gestores".

De esta forma, el propio José María Lacasa llegó a presentar al presidente dos propuestas de vicesecretarías generales.Una liderada por Alberto Nadal, el actual director adjunto del secretario general, que ha pasado el filtro de Rosell y que será efectiva en las próximas semanas.

La otra, que no ha tenido tanta suerte, los hombres del aparato se la habían reservado a Román Adrados, director del Departamento de Estrategia y Relaciones Institucionales. Pero fuentes de la máxima solvencia mantienen que ha sido vetado por Rosell. Tanto es así que Adrados aparece hoy en todas las quinielas de salidas de la patronal. Unas listas de sacrificados en las que también aparecen José García-Morales Rodríguez, director de Relaciones Internacionales, José de la Cavada, director de Relaciones Laborales, y Rafael de Aldama, director del Gabinete de Asuntos Legislativos, entre otros.

Las razones que han llevado a José de la Cavada a lalista negra van más allá de su gestión técnica y tienen que ver más con la dirección humana de su propio equipo. En marzo de 2010, un grupo de 10 personas que dependían de él directamente interpusieron una denuncia ante la Inspección de Trabajo, que falló condenando a De la Cavada con una sanción de 25.000 euros por haber cometido una infracción grave por el trato ?humillante? dispensado a sus trabajadores. La sanción la pagó, obviamente, la CEOE, pero a Rosell no se le fue el mal sabor de boca después de lo ocurrido, a pesar de que en aquel momento no estuviera a cargo de la organización, de la que era vicepresidente por su condición de máximo responsable de la patronal catalana Foment del Treball.

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