Economía

Los precios bajan en Japón un 0,3% en febrero: ¿se acabará la deflación?

El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Japón bajó un 0,3% en febrero frente al mismo mes del año anterior, en línea con las previsiones de los analistas. Los economistas estiman que la reconstrucción del país tras el último desastre natural podría hacer subir la inflación y acabar con la deflación.

Con febrero son ya 24 meses consecutivos en los que la economía japonesa registra deflación, una de las grandes amenazas para su recuperación económica, a pesar del incremento de los precios del petróleo a causa de la crisis libia.

Los analistas se inclinan por una aceleración de la subida de los precios en los próximos meses por la catástrofe natural y el posterior accidente nuclear. La recuperación de la economía empujada por la reconstrucción podría acelerar aún más el proceso. En Citi esperan una inflación promedio ya este año del 0,6%, que podría mantenerse en el rango de 0,5-0,7% en los próximos tres años.

Sin alimentos

El indicador, que excluye los alimentos frescos por su excesiva volatilidad, se situó en febrero en 98,9 puntos con respecto a la base de 100 fijada en 2005, según los datos difundidos por el Ministerio del Interior nipón.

En Tokio, donde el análisis de los precios corresponde al mes de marzo, el IPC cayó un 0,3 por ciento interanual, una décima menos que en febrero.

Los precios en el área metropolitana de la capital se consideran un indicador avanzado de la evolución del IPC en todo el territorio de Japón.

El BoJ continuará con la inyección

El gobernador del Banco de Japón (BOJ), Masaaki Shirakawa, ha adelantado este viernes que la entidad continuará aportando liquidez a los mercados para evitar el colapso del sistema financiero. "Nuestra decisión de ampliar las cantidades se mantendrá sin variaciones en el futuro", ha aseverado.

"Es importante crear un clima donde los bonos estatales sean absorbidos sin problemas por los mercados. Con este fin, hemos apoyado la ampliación de fondos, incluida la compra masiva de bonos", ha dicho Shirakawa en una sesión parlamentaria.

Desde el pasado 11 de marzo, cuando un terremoto de nueve grados en la escala de Richter sacudió la costa noreste del país, el BOJ ha inyectado un total de 55,8 billones de yenes (486.114 millones de euros) al sistema bancario nipón para evitar su descalabro.

Por su parte, los ministros de Economía y los responsables de los bancos centrales de los países del G7 han decidido llevar a cabo una intervención monetaria concertada para frenar la apreciación del yen respecto al dólar estadounidense.

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