
El rechazo del plan de austeridad del Gobierno de Sócrates va a traer consecuencias. Para empezar, las agencias de calificación ya han descargado sobre Portugal: S&P rebajó la nota del crédito soberano a largo plazo de Portugal de 'A-' a 'BBB', mientras que Fitch la recortó en otros dos niveles, desde 'A+' a 'A-', la séptima posición más baja en su escala de 22. Durao Barroso dice que la UE confía en Portugal para superar la crisis
"En nuestro opinión" señala S&P en una nota, "el resultado (del rechazo) aumentó la incertidumbre política, lo que podría lesionar la confianza del mercado y agudizar el riesgo de financiación de Portugal".
Un rescate inevitable
"Creemos que el gobierno sucesor no tendrá otra opción que adoptar algún tipo de versión de esas propuestas de reforma dado el aparente escaso apetito de los inversores por la deuda del Gobierno portugués", señaló Eileen Zhang, analista de crédito de la agencia.
S&P mantiene la calificación de 'A-2' para el crédito a corto plazo, que sigue en la situación de CreditWatch (seguimiento), en la que fue incluido el 30 de noviembre de 2010, con implicaciones negativas.
En cuanto a Fitch, advirtió de que la crisis de Gobierno "ha incrementado significativamente las posibilidades de que Portugal requiera de apoyo multilateral en un corto período de tiempo" por su dificultad para conservar el acceso a los mercados.
Fitch señaló que ya no cree que Portugal pueda mantener ese acceso este año y bajo el actual contexto, "debido a la falta de mejoras en las condiciones financieras".