Economía

Roubini: "Vivimos en el mundo del G-Cero y cada país lucha por su trozo de pastel"

  • El mundo se caracteriza por una falta de liderazgo en la toma de decisiones
  • Puede provocar una guerra de divisas y más proteccionismo
El economista estadounidense, Nouriel Roubini

El mundo del siglo XXI se está fragmentando a un ritmo alarmante política y económicamente. Aunque, en teoría, la toma de decisiones corresponde al G-20, en la práctica, su gestión se caracteriza por una notable falta de liderazgo.

Según el economista Nouriel Roubini, existe una enorme desorganización entre sus miembros, una falta de acuerdo en cuestiones de tal importancia como la política monetaria y fiscal, los tipos de cambio, el cambio climático, la estabilidad financiera o la seguridad energética y alimenticia. Esta situación ha llevado al economista a desarrollar una nueva teoría para intentar comprender el mundo actual. Es lo que llama mundo del G-Cero.

La teoría, que ha elaborado junto al politólogo Ian Bremmer, destaca el vacío de poder que existe a nivel internacional desde la caída de la Unión Soviética. Hoy en día, explica, "existe una falta de acuerdo y desorden en todas las cuestiones fundamentales".

Tal y como recoge en un artículo la CNBC y La Nación, Roubini explica que, por ejemplo, en el siglo XIX, la potencia hegemónica estable era el Reino Unido, y el imperio británico imponía los bienes públicos globales del libre comercio, la libre circulación de capitales, el patrón oro y la libra británica era la principal moneda de reserva global. En el siglo XX, Estados Unidos asumió ese papel e impuso su Pax Americana para dar seguridad a la mayor parte de Europa occidental, Asia, el Medio Oriente y América Latina: determinó las normas comerciales y financieras globales, con el dólar como principal moneda de reserva.

Un juego de suma cero

La perspectiva histórica que describe Roubini presenta una visión del mundo donde una nación hegemónica proporciona liderazgo para el bien público mundial. En ausencia de ese liderazgo, justo lo que ocurre hoy día,  Roubini describe una situación que puede convertirse en un juego de suma cero, donde los países deben luchar constantemente para mantener su parte del pastel. Como el define: "es un juego en el que mi victoria es tu pérdida".

Existen varias razones por las que el mundo del G-20 se ha convertido en uno del G-Cero. Primero, cuando las conversaciones dejan de girar en torno a la cuestión de los principios generales y pasan a la discusión detallada de las propuestas políticas, es mucho más difícil lograr acuerdos claros entre 20 negociadores que entre 7.

Esa falta de coordinación es una de las características clave del mundo G-Cero, que, en su opinión, puede causar una gran variedad de "enfermedades" globales. Entre ellas, una guerra de divisas, una creciente ola de proteccionismo, e incluso guerras comerciales. Ningún país o alianza fuerte de países tiene la voluntad política y la influencia económica para lograr sus metas en la escena mundial. Como alerta Roubini, un mundo sin liderazgo y cooperación multilateral representa un equilibrio inestable para la prosperidad económica y la seguridad global.

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