Economía

Strauss-Kahn quiere un FMI con más legitimidad y adaptado a las nuevas crisis

París, 1 oct (EFECOM).- El futuro director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, abogó hoy por un mayor peso relativo para los países emergentes y pobres para dar más legitimidad a una institución que debe, además, adaptarse a las nuevas crisis financieras.

"El Fondo tiene que ser más relevante y más legítimo", resumió Strauss-Kahn en París en su primera comparecencia ante la prensa tras su designación el pasado viernes como sucesor del español Rodrigo Rato a partir del próximo 1 de noviembre.

Defendió en primer lugar que el FMI debe "adaptarse a los problemas de hoy", y en varias ocasiones se refirió a la rápida difusión internacional de la crisis hipotecaria en Estados Unidos, así como a la idea de que "necesitamos más multilateralismo", por ejemplo para abordar cuestiones como la cotización del yen y sus implicaciones sobre los equilibrios financieros.

El ex ministro socialista francés, que rindió homenaje a Rato por todo lo que está haciendo para modificar el peso de los miembros del Fondo, y al que deseó "la mayor suerte posible" en las negociaciones que dirige al respecto durante este mes, subrayó que el objetivo es que los países emergentes "deben tener más voz y más representación".

Lo justificó por la falta de legitimidad de la organización, en particular en Latinoamérica, donde "hay mucha desconfianza", a su juicio, "no injustificada", debido a intervenciones que se consideraron "muy duras" en la región, como durante la última crisis argentina.

Tras recordar que su candidatura había recibido el apoyo de los países latinoamericanos, Strauss-Kahn dijo que la voz de Estados como México o Brasil en el Fondo "debe mejorar".

Eso sólo se podrá hacer si los países europeos y Rusia ceden "un poco de su cuota", aunque previno que eso no aportará cambios significativos, ya que en el caso brasileño su parte, que es ahora del 1,4%, podría aumentar en dos, tres o cuatro décimas.

"Hay que ir más allá de la reforma de las cuotas", señaló antes de indicar que su propuesta es que para las decisiones importantes se establezca un sistema de doble mayoría que por una parte tenga en cuenta el peso relativo de los países en la organización, pero por otra se tome en cuenta el número de Estados.

Strauss-Kahn adelantó que su primera prioridad es concertarse con el Banco Mundial para coordinar su acción, la segunda acercarse a Latinoamérica y la tercera acercarse a Asia.

En cuanto al continente africano, aparte de felicitarse de que su crecimiento sea ahora "fuerte", estimó que una de las debilidades de las organizaciones internacionales es que no han sabido adaptarse a su situación particular, y dijo que iba a promover "más diversidad" en el personal del Fondo para tener en cuenta esa realidad.

El futuro director gerente del Fondo se mostró confiado sobre las perspectivas económicas mundiales, ya que a su parecer las bases del crecimiento "son ahora sólidas" y el impacto de la crisis hipotecaria en Estados Unidos no debería ser "dramática", de forma que espera un ritmo de progresión "muy honorable" en 2008.

Strauss-Kahn, que fue recibido esta mañana por el presidente francés, Nicolas Sarkozy -al que agradeció su "compromiso total" para su elección-, quitó importancia al hecho de ser socialista para el desempeño de sus nuevas funciones, aunque defendió que para lograr el objetivo del Fondo de crecimiento económico y creación de empleo "hace falta justicia social".

Respecto a la financiación del FMI, hizo notar la contradicción entre el hecho de que los países han tenido que recurrir menos a los préstamos del Fondo en los últimos años, y la consecuencia de que por ello se han reducido los ingresos de la organización.

Para resolver ese problema de fondos, Strauss-Kahn señaló que la venta de las reservas de oro para invertirlas en activos financieros que den algún rendimiento "no es una solución en sí", y, por otra parte, se mostró evasivo sobre medidas de recortes de gastos.

Preguntado sobre si descartaba presentarse a las presidenciales francesas de 2012, después de haber fracasado en lograr la candidatura socialista en las de la pasada primavera, respondió: "mi mandato (en el FMI) es para cinco años y yo lo he aceptado". EFECOM

ac/al/jma

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