Nueva Delhi, 28 feb (EFE).- El Gobierno indio presentó hoy al Parlamento el presupuesto estatal para el curso fiscal 2011-12, que incluye notables aumentos en fondos agrícolas y el sector social, al tiempo que apuesta por una alta inversión en infraestructuras para alcanzar un crecimiento del PIB del 9 %.
El ministro indio de Finanzas, Pranab Mukherjee, anunció un gasto total previsto de casi 12,58 billones de rupias (unos 277.920 millones de dólares), un 13,4 % más respecto al ejercicio 2010-11, que cierra el 31 de marzo.
El ministro fijó el déficit fiscal en algo más de 4,1 billones de rupias (91.330 millones de dólares), o el 4,6 % del PIB.
Mukherjee, quien la semana pasada había presentado un informe económico en el que el Ejecutivo mantenía que reducir el déficit de infraestructuras es "la llave para la competitividad", abogó por dar un impulso a este sector "crucial".
Con un incremento en la partida del 23 %, el Gobierno destinará 2,14 billones de rupias (47.277 millones de dólares) a construir y mejorar puertos o carreteras, en aras de potenciar un sector que sólo recibe menos fondos que la agricultura en estos presupuestos.
"Se ha pedido a los bancos que aumenten el préstamo directo para la agricultura y los créditos a pequeños granjeros", subrayó el titular de Finanzas, en referencia al apoyo gubernamental para la aplicación de tipos de interés ventajosos a los campesinos.
Mukherjee cifró en 4,75 billones de rupias (104.937 millones de dólares) la ayuda crediticia para este colectivo, en el se ha disparado la tasa de suicidios durante la última década, en muchos casos por la imposibilidad de hacer frente a sus deudas con prestamistas privados.
Se prevé que la agricultura -de la que dependen dos tercios de la población- aumente un 5,4 % en el curso fiscal a punto de concluir, gracias al excelente monzón, pero el dato contrasta con el 2,87 de media en los últimos cuatro años.
El ministro defendió que los presupuestos para el ejercicio que comienza el primero de abril tienen el objetivo de "sostener el crecimiento económico", aunque también persiguen "reducir los desequilibrios sociales a través de un desarrollo inclusivo".
En este sentido, Mukherjee anunció un repunte del 17 % en la partida dedicada a gastos sociales, y del 24 en educación, con un refuerzo de las becas para estudiantes de zonas rurales y castas bajas.
Además, también serán un 20 % superior los fondos para sanidad y se apuntala un programa ya en vigor para proveer cobertura sanitaria básica a trabajadores pobres y marginados, que ahora se extiende a sectores como la minería y otras industrias asociadas.
"Los presupuestos son una transición hacia un mecanismo de gestión económica más transparente y orientado al resultado", prometió Mukherjee, quien subrayó que "los altos precios continuados de los productos alimentarios -la inflación acumulada en enero fue superior al 8 %- se han mantenido como la principal preocupación".
Por su parte, el primer ministro indio, Manmohan Singh, admitió la necesidad de controlar la tendencia inflacionista y reconoció que tiene un "problema" en el sistema de suministros.
En declaraciones a la cadena de televisión NDTV, Singh afirmó que "hay una necesidad de llevar a cabo una reforma persistente de manera integral" para conseguir que la economía se mantenga en la senda del alto crecimiento.
Mukherjee anunció una mayor liberalización del régimen para la inversión extranjera directa, con particular mención al sector de infraestructuras.
Los presupuestos contemplan además un paquete adicional para un programa con el que las autoridades pretenden formar a 150 millones de trabajadores cualificados al final de esta década.
Otros aspectos considerados son potenciar las instituciones de microfinanciación para "implantar una red para proteger los intereses de los pequeños prestatarios", así como una rebaja de los impuestos directos sobre la renta.
La menor recaudación con esta decisión fiscal será subsanada por el Gobierno con la subida de una serie de impuestos indirectos, como los aplicados por la compra de billetes de avión o al hospedaje en establecimientos hoteleros.
Un líder del principal partido opositor -el hinduista BJP-, Yashwant Sinha, tachó los presupuestos de "tímidos" y "poco imaginativos", y aseguró que no están a la altura de las expectativas del pueblo, según la agencia IANS.