Las sanciones serán de 100 euros y no implicarán pérdida de puntos del carnet.
A partir de ahora y hasta próximo aviso, los conductores no podrán sobrepasar el límite de velocidad en autopistas y autovías de 110 kilómetros por hora. Una medida con la que el Gobierno pretende ayudar a que los automovilistas ahorren en carburante un máximo de 7,5 euros por depósito de gasóleo y hasta 10,6 euros en el de gasolina, dada la escalada de precios del petróleo, según anunció ayer el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba.
No obstante, esta medida ha sido acogida con gran escepticismo tanto por los partidos políticos como por los consumidores, que reflejaron rápidamente su malestar a través de las redes sociales. En definitiva, la pregunta ayer más repetida era cuánto van a tardar los conductores en acostumbrarse a esta medida transitoria: "Los conductores tienen grabado en la mente que la velocidad máxima es 120 kilómetros por hora", señaló ayer el portavoz de Seguridad Vial del Partido Popular en el Congreso, Federico Souvirón.
Cien euros de sanción
Pero de todos modos los objetivos de los radares estarán listos para el próximo día 7 de marzo. A este respecto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aseguró ayer que los ciudadanos gastarán más dinero en multas de lo que supuestamente ahorrarán con la reducción de velocidad.
El propio vicepresidente primero aclaró que el cambio en la velocidad "también supondrá un cambio en las multas". De tal forma que el hecho de sobrepasar los 110 kilómetros por hora provoque el mismo efecto sancionador que cuando un conductor supere los 120 kilómetros en la actualidad. Eso sí, no tendrá efecto penalizador en los puntos del carné. Actualmente, el exceso de velocidad entre 121 y 150 kilómetros por hora es sancionado con una multa de 100 euros.
Las asociaciones de automovilistas Real Automóvil Club de España (Race) y Automovilistas Europeos Asociados (AEA) reprobaron la medida. El presidente de AEA, Mario Arnaldo, afirmó que la ralentización de los vehículos "no necesariamente" ahorrará combustible. Y puso de ejemplo que "un automóvil parado y acelerando puede estar consumiendo como si fuera a 120 kilómetros por hora". La alternativa para aminorar el coste de carburante es "rejuvenecer el parque automovilístico", añadió Arnaldo.
Race, en cambio, apuesta por "la educación más que por la legislación y limitación, como hemos visto en otros sectores como el de laluz o el agua". Asimismo, instó a que las autoescuelas formen a los conductores "en conducción eficiente". También recordó que los coches de ahora nada tienen que ver con los coches de hace 5 años. Ahora "consumen un 30 por ciento menos de carburante".
Desde la esfera política, el coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, reprochó al Gobierno que no haya negociado con su partido el plan de ahorro energético.
En el otro extremo, el Gobierno también recibió críticas por haberse quedado corto. Greenpeace lamentó que la limitación de velocidad sea provisional. También la ONG denunció que la intención de elevar al 7 por ciento el porcentaje de biocombustibles en gasolinas y diésel no da garantías de "sostenibilidad ambiental", aparte de que se ha producido un gran despunte en los precios de los productos que se utilizan para este combustible como el maíz, la soja y el azúcar.