Aunque se había especulado con la posibilidad de que técnicos de la Comisión Europea (CE) y del Banco Central Europeo (BCE) viajaran a Madrid en las próximas semanas para supervisar el cumplimiento del plan de ajuste fiscal español, la CE ha señalado que no tiene prevista "por el momento" ninguna visita.
Citando a fuentes comunitarias, Efe ha informado esta mañana que una misión de la CE y el BCE contemplaban viajar a España próximamente, según lo acordado durante la última cumbre de líderes europeos, el 4 de febrero pasado, para incrementar la vigilancia sobre los países sometidos a presiones del mercado, en referencia a España y Portugal.
No obstante, la Comisión Europea ha asegurado este miércoles que "en estos momentos no tiene prevista ninguna misión técnica prevista en España junto al BCE para evaluar su situación presupuestaria y económica", ha asegurado el portavoz de Asuntos Económicos, Amadeu Altafaj.
"La declaración de los jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona del 4 de febrero, que es la base para la misión que acaba de visitar Portugal, no especifica país alguno", ha agregado.
En esta reunión, los líderes europeos acordaron someter antes de la cumbre del 24 y 25 de marzo a "evaluación por parte de la Comisión, en contacto con el BCE, los progresos realizados por los países de la eurozona en la aplicación de las medidas adoptadas para reforzar su posición fiscal y perspectivas de crecimiento".
Pro su parte, el Gobierno español también ha negado "rotunda y tajantemente" que se esté planteando esa misión para las próximas fechas, tal y como habían asegurado a Efe fuentes comunitarias en Bruselas.
En el punto de mira
Desde el surgimiento de la crisis de la deuda soberana en la Eurozona, Portugal y España han estado en el punto de mira de los inversores, aunque los sucesivos rumores sobre rescates de estos dos países no se han cumplido por el momento.
En mayo pasado, los estados miembros de la zona euro pidieron a España y Portugal que fueran más allá en sus programas nacionales de consolidación y reformas económicas para evitar un contagio de la crisis de la deuda, que ya había motivado por entonces el rescate de Grecia y que después provocaría el de Irlanda.
A raíz de esta petición, tanto Portugal como España adoptaron sendos programas de ajuste fiscal y reformas económicas.
Bruselas supervisará 'in situ' los planes de ajuste 
