Elche (Alicante), 26 sep (EFECOM).- Los sindicatos UGT y CCOO reclamaron hoy políticas públicas de sensibilización e integración de los inmigrantes para lograr su inserción laboral y, de esta forma, "respetar las reglas del juego".
Estas plataformas sindicales han tenido hoy un papel destacado en la segunda jornada del IV Congreso de Economía de la Comunitat Valenciana, donde han pedido a la administración autonómica y estatal un esfuerzo en materia de políticas sociales con los inmigrantes.
Al respecto, el secretario general de CCOO-PV, Joan Sifre, señaló que la regularización es fundamental para la equidad laboral y añadió que el "control de entrada de inmigrantes es inútil si no se hace un control en las condiciones de trabajo".
Sifre apuntó que "la inmigración puede ser un motor de cambio y prosperidad, pero hacen falta políticas de sensibilización e integración para prevenir cambios que afecten a los más sensibles", en alusión a los inmigrantes.
Tanto Sifre como el secretario de Cooperación y responsable de Inmigración de UGT, Ángel Gracia, coincidieron en señalar que la mayoría de inmigrantes trabajan en situaciones precarias y con sueldos que en ocasiones son un 30 por ciento inferiores a los que cobra un autóctono.
Gracia añadió que el 20 por ciento de los inmigrantes trabaja sin contrato y muchos de ellos con jornadas diarias muy superiores a las ocho horas.
Por ello, desde UGT reclamaron que se pongan en marcha planteamientos para que la inmigración sea sostenible en el tiempo y destacaron entre las medidas a adoptar el impulso del Plan Valenciano de la Inmigración.
Gracia afirmó que el reto de la globalización se debe afrontar a través de políticas de investigación y desarrollo, así como a través de una mayor competitividad en el mundo globalizado, en lugar de hacerlo mediante el empleo de inmigrantes.
Sobre la globalización y su relación con el empleo, también habló el catedrático de la Universidad de Valencia Cecilio Tamarit, quien dijo que "donde el mercado laboral está más deslocalizado como consecuencia de la globalización hay una mayor diferencia entre la mano de obra cualificada y la mano de obra menos preparada, por lo que se abre una brecha salarial".
Para Tamarit, la inmigración es buena para la economía porque aumenta el tamaño del consumo, así como la recaudación de impuestos, entre otros.
No obstante, para los trabajadores menos cualificados el fenómeno de la inmigración supone una desventaja, ya que pueden salir perjudicados al preferir los empresarios contratar mano de obra inmigrante por menos precio, añadió.
El catedrático de Economía Aplicada apuntó que la inmigración ha supuesto un factor importante de crecimiento y cifró en 7,5 millones de puestos de trabajo los que se han creado desde 1994 hasta 2006.
En opinión de Tamarit, esto ha supuesto que el desempleo se haya reducido en los últimos años en dos millones de personas.
El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (CIERVAL), Rafael Ferrando, también participó en este foro sobre "Mercado de trabajo, globalización e inmigración" y apuntó que, frente a la globalización, hace falta mayor formación de la mano de obra, pues existen "notables lagunas en la especialización y formación profesional".
El presidente de CIERVAL afirmó que España sigue siendo el país europeo que genera más empleo y destacó el crecimiento de la población activa en la Comunitat Valenciana por encima de la media nacional.
Por lo que respecta al fenómeno de la inmigración ligada al empleo, dijo que "es positiva porque ha permitido dar cobertura a una demanda de trabajo existente" y abogó por "agilizar los trámites de regularización". EFECOM
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