
Barcelona, 15 feb (EFE).- Los trabajadores de la planta de motocicletas de Yamaha en Barcelona pedirán mañana ayuda al ministro de Industria, Miguel Sebastián, para impedir que la compañía nipona cierre su fábrica de Palau-solità i Plegamans (Barcelona) y traslade la producción a Francia.
Una delegación del comité de empresa, integrada por tres personas, viajará a Madrid para instar al Gobierno a tomar cartas en el asunto y mediar a favor del mantenimiento de la planta ante la dirección de Yamaha en Japón, según han explicado a Efe fuentes sindicales.
Los representantes de los algo más de 400 empleados de Yamaha en Palau-solità advertirán al Ministerio de Industria que si se acepta el cierre de la planta se pondrán en peligro unos 26.000 empleos del sector en España, de los que entre 5.000 y 6.000 están en Cataluña.
El argumento de los sindicatos es que el cierre de una fábrica de motocicletas sin causas económicas objetivas puede convertirse en un "precedente" peligroso.
En el caso de que Yamaha cerrara finalmente su planta de Barcelona, y después de la marcha de Honda, sólo quedaría Derbi como fábrica de motocicletas en Cataluña, y también tiene dificultades, según fuentes del sector.
Honda anunció en 2009 el traslado a Italia de su producción española, donde cuenta con una fábrica a escasos metros de la de Yamaha y, actualmente, sólo mantiene en Barcelona la actividad comercial y una línea de pintura.
Los representantes de los trabajadores de Yamaha insisten en que no permitirán que la empresa apruebe un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para cerrar la planta y que lo único que quieren "es trabajar".
"Somos optimistas respecto al futuro porque no hay ninguna causa para un expediente. Mientras tanto, nosotros seguimos demostrando que trabajamos y que las motos salen", ha asegurado el delegado de CCOO en la planta, Oscar Rivera.
El Ministerio de Industria actuó ya como intermediario hace pocos meses entre otra multinacional japonesa, Nissan, y los sindicatos para intentar que acercasen posiciones sobre los ajustes salariales y laborales que reclamaba la empresa para aumentar la competitividad de la fábrica.
La firma de motocicletas anunció hace tres semanas al comité de empresa su intención de trasladar los procesos industriales de la planta de Palau a la fábrica que tiene el grupo en Saint-Quentin (Francia).
Yamaha justifica esta decisión por motivos de eficiencia productiva, de logística y de sostenibilidad económica, dado que la crisis económica ha llevado a la compañía a una situación de "exceso de capacidad productiva".
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