Hay dentistas que cobran unos precios desorbitados para ofrecer sus servicios, es más que sabido. El problema aparece cuando diagnostican más dolencias de las que el paciente tiene en realidad. El problema reside en diagnósticos contradictorios y, depués, facturas desorbitadas.
A los dentistas de toda la vida se han sumado clínicas que ofertan tratamientos y que invierten millones en publicidad.
Tantos presupuestos como centros
El Presidente de la Asociación profesional de Dentistas nos hace una revisión. Nos recomiendan dos empastes a un precio de 110 euros. Con esta cifra, acudimos a otros centros. Encontramos tantos diagnósticos como centros visitamos.
Otro doctor que nos recibe en una consulta privada nos da un presupuesto de 1.180 euros, una cifra que multiplica por 10 el presupuesto de nuestro primer dentista. En algunos casos, nos ofrecen descuentos que nos obligan a aceptar el tratamiento completo. A falta de un dentista de confianza, siempre será útil buscar la opinión de varios profesionales.