
El presidente del Bundesbank podría anunciar hoy que no presentará su candidatura para reemplazar a Jean Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE). Así lo afirman fuentes cercanas citadas por Reuters, que aseguran que hoy se hará oficial su decisión.
"La candidatura de Weber al BCE no continúa formando ya parte de la agenda", comentó una de las fuentes consultadas, lo que echaría por tierra los pronósticos que situaban al halcón alemán al timón de la política monetaria de la Eurozona. La presidencia del BCE es la decisión más importante que afronta la zona euro en 2011.
Por su parte, diversos medios alemanes como el Financial Times Deutchland o Handelsblatt sugieren la posibilidad de que el futuro de Weber pase por el sector privado. En concreto, apuntan al Deutsche Bank cuyo consejero delegado, Josef Ackermann, abandonará el cargo en 2013.
En medio de todas estas especulaciones, el Bundesbank se ha desmarcado y ha desmentido las informaciones respecto a que vayan a publicar un comunicado sobre el futuro profesional de su presidente.
"El Bundesbank niega los rumores de una inminente comunicación sobre la futura carrera" de Axel Weber, indicó la entidad germana.
Reacción del Gobierno alemán
El Gobierno alemán quiere que la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) recaiga en un candidato "fuerte", que podría ser alemán, aunque reconoció que la designación del sucesor de Jean Claude Trichet se tomará en función de una base internacional, según explicó en rueda de prensa el portavoz de la canciller, Angela Merkel, Steffen Seibert.
Asimismo, Seibert informó de la existencia a primera hora del miércoles de una conversación telefónica entre la canciller germana y el presidente del Bundesbank, Axel Weber, aunque declinó comentar si esta conversación versó sobre la posible renuncia del banquero alemán a la sucesión de Trichet al frente del BCE.
El favorito
Aunque oficialmente no se conocen aún los nombres de los posibles sucesores de Trichet, se había venido especulando con las candidaturas del germano Axel Weber y el italiano Mario Draghi, dos banqueros de marcadas diferencias en su perfil.
De los dos, Weber era el que contaba con el mayor apoyo, aunque en los últimos tiempos su imagen se había visto dañada sobre sus polémicas declaraciones, críticas con algunas decisiones del BCE en la gestión de la crisis.
Weber, un halcón de la ortodoxia monetaria preocupado fundamentalmente por el control de la inflación, se ha manifestado contrario a la compra de deuda pública de Grecia, Irlanda y Portugal, y reclama que el supervisor europeo cierre el grifo de la liquidez a los bancos en apuros.
Pero se insiste en la idea de que Berlín quiere un presidente del BCE alemán, por lo que en las quinielas sucesorias se incluye al germanófilo Yves Mersch, Gobernador del Banco Central de Luxemburgo, y al germano Klaus Regling, que actualmente dirige el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera de la UE. También comienza a sonar con fuerza el nombre del principal asesor económico de la canciller, Jens Weidmann.
Por otro lado, una reciente encuesta elaborada por el diario Financial Times entre ciudadanos europeos revelaba que, de no alcanzar un acuerdo para colocar a un alemán al frente del BCE, la siguiente nacionalidad preferida sin tener en cuenta a los candidatos de su propio país sería la finlandesa, lo que reforzaría los rumores que colocan al finlandés Erkki Liikanen como posible candidato de consenso.