
La reforma de las pensiones va a suponer una de las iniciativas económicas más importantes de la legislatura y de los últimos años. En principio, los políticos han asegurado que su objetivo es hacer sostenible el sistema a largo plazo, pero los cambios introducidos también pueden suponer un importante arma para luchar contra el paro.
La nueva reforma de las pensiones aumenta el número de años cotizados que son necesarios para poder cobrar la pensión máxima en la jubilación. Ahora serán 37 años de cotización para los que quieran salir con 67 años del mercado laboral cobrando lo máximo y 38,5 años para los que quieran retirarse a los 65.
Con estos cambios, se fuerza a las personas en edad de trabajar a permanecer más tiempo en el mercado laboral, porque se tiene muy poco margen para "perder" años sin cotizar si se quiere optar a la jubilación máxima. De hecho, los jóvenes se verán forzados a comenzar antes a trabajar, ya que si quieren jubilarse a los 65, como muy tarde tendrán que tener un empleo a los 26 años.
Los partidos políticos manejan sondeos de opinión internos en los que se asegura que la jubilación es uno de los temas más importantes para los españoles. Aprovechando esta preocupación y los cambios introducidos en el sistema, uno de los principales objetivos de la reforma puede ser reducir el elevado paro estructurar que padece la economía española.
El Ministerio de Trabajo ha reconocido que se espera que se amplíe "notablemente" la permanencia en el mercado laboral, hasta ganar en torno a dos años más de cotización por trabajador.
Poco ahorro para el Estado
Aunque el que beneficio de la reforma que "más se ha vendido" ha sido el de hacer sostenible el sistema de pensiones en el futuro a largo plazo, lo cierto es que con los cambios introducidos el ahorro para el Estado no va a ser tan grande.
"En torno a 2 puntos del PIB en 2027, este es el ahorro estimado. Evidentemente, no es mucho. Aunque, por otro lado, lo fundamental no es tanto el ahorro como limitar el crecimiento, ya que se esperaban antes de la reforma niveles de 15% del PIB del gasto en pensiones, desde el 8% actual", opina José Luis Martínez, estratega de Citi en España.
Este economista no ve "claro" que la reforma laboral vaya a a ayudar a reducir el paro. "Para apuntar la recuperación se pueden tomar otras medidas, como las que se han quedado en el aire de política activa de empleo y mayor liberalización de convenios colectivos. Más flexibilidad y competencia: esto es lo clave ahora", señala.
José Carlos Díez, Economista Jefe de Intermoney, cree que las medidas van en contra de recudir el paro. "Si alargas la edad de jubilación cierras la entrada de jóvenes al mercado de trabajo para sustituirles. Por eso se ha hecho un diseño gradual de implementación a partir de 2013 precisamente para no penalizar la creación de empleo a corto", explica.